7 agosto, 2023
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CAMACHO,Álvaro
El cabello rojo y las pecas de Bolivia Bocaranda son rasgos que la han acompañado siempre. Incluso han prevalecido sobre los obstáculos. Hace unos años, el cáncer de seno apareció en su vida y ella asegura haberse convertido en otra persona. Su espontaneidad y su vocación por el servicio social tampoco se vieron afectadas por este suceso. Más bien encontraron un refugio en la iniciativa que tuvo: crear SenosAyuda, una fundación para apoyar a todas las mujeres que aquejan este mal.
De su infancia tiene buenas anécdotas. La primera que viene a su mente fue en la época de las piñatas: “Siempre me ha marcado y lo que más recuerdo es cuando llegaba con los vestidos de armadores inmensos. La gente me abría el cabello para ver si lo tenía pintado o no, y yo les decía: ‘Ay, no me toquen el pelo”. A medida que creció fue cosechando aspiraciones. Una de ellas era ir a estudiar en el exterior: “Me costó mucho trabajo lograrlo, pero cuando me gradué de la universidad hice el postgrado en Nueva York”. Actualmente, uno de sus sueños aún no se ha hecho realidad. “Me encantaría vivir en París por lo menos seis meses”.
Bocaranda es industrióloga de profesión y se autodefine como una persona guerrera y honesta. También confiesa que no sabe ni le gusta cocinar. “Soy muy hacendosa y buena anfitriona. Sirvo las mesas bellísimas”, cuenta entre risas, mientras confiesa, además, que hizo su primera arepa a los cuarenta años de edad. Su familia es el epicentro de su vida y sus hijos heredaron, sobre todo, su físico. “Nelson Eduardo tuvo el trauma de que todo el mundo le decía que era igualito a mí y él pensaba que cómo se podía parecer a una mujer si era varón”, cuenta riéndose. Su esposo, Nelson Bocaranda, periodista y responsable de los “runrunes” que informan al país. La fundadora de SenosAyuda es venezolana de cepa. Se llama Bolivia en honor al Libertador, su abuelo fue fundador de la Sociedad Bolivariana y su labor en pro de la prevención del cáncer de mama se lleva a cabo en el país que la vio nacer.
De la idiosincrasia nacional se identifica con el bonche y las fiestas. “Eso de buscar cualquier excusa para reunirse y de que no se necesita de un cumpleaños o un aniversario para celebrar me fascina”. Entre sus aficiones están ir a la playa, leer sobre turismo y explorar en Pinterest, una red social fotográfica. Pero su gran anhelo sigue estando vinculado con su trabajo: ir diariamente como voluntaria a SenosAyuda, sin cobrar un centavo y dedicarme a esto a tiempo completo es el lujo más grande que puedo darme”. G.T.
