7 agosto, 2023
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Este sábado, la industria del cine se vio sacudida por una noticia inesperada: Blake Lively, una de las actrices más reconocidas de Hollywood, presentó una demanda legal contra Justin Baldoni, su compañero de reparto y director en la película ‘Romper el círculo’.
Durante el rodaje de la película, la tensión entre los actores traspasó la ficción. Las acusaciones de acoso sexual por parte de Lively hacia Baldoni, sumadas a una supuesta campaña de difamación en su contra, han convertido lo que parecía un prometedor proyecto cinematográfico en uno de los mayores escándalos de Hollywood en 2024. En la demanda presentada ante el Departamento de Derechos Civiles de California, Lively detalla cómo los comportamientos inapropiados de Justin Baldoni crearon un ambiente de trabajo hostil durante.
Ante esta situación, la actriz y su equipo tuvieron que solicitar una reunión formal para abordar el problema, en la que incluso estuvo presente su esposo. En la reunión, Blake detalló una serie de incidentes perturbadores. Según su testimonio, Baldoni había abusado de su posición al improvisar besos no consentidos y compartir detalles explícitos sobre su vida sexual. Además, el productor Jamey Heath habría cruzado límites inaceptables al mostrarle un video íntimo de su esposa y al invadir su privacidad observándola en su camerino en estado de desnudez.
La actriz también denunció que ambos hombres habían ingresado sin autorización a su camerino, incluso mientras amamantaba a su bebé. Ante estas graves acusaciones, los representantes de Sony Pictures presentes en la reunión acordaron tomar medidas inmediatas, estableciendo límites claros a las conductas de Baldoni y Heath. Entre las demandas de Lively, se incluyeron la prohibición de mostrar material pornográfico, evitar conversaciones sobre sexualidad explícita en su presencia, y respetar su privacidad al no hacer comentarios sobre su cuerpo o su duelo por la pérdida de su padre.
El abogado de Justin Baldoni, Bryan Freedman, ha rechazado rotundamente las acusaciones de Blake Lively, calificándolas de falsas e infundadas. Según Freedman, la demanda de la actriz es un intento desesperado por limpiar su imagen pública, manchada a su juicio por sus propias acciones durante la promoción de la película. El abogado ha asegurado que Lively fue quien generó un ambiente conflictivo en el set, llegando incluso a amenazar con abandonar el proyecto.
