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Hace un par de años hablar de gastronomía y de redes sociales, no pasaba por la mente de Marcos Eduardo Torres Finol, un joven venezolano nacido para los negocios, vocación que lo llevó a graduarse como administrador de empresa con especialidad en contaduría, pero su destino dio un giro al emigrar a Nueva York.
Considerándose un apasionado por la comida y fanático de los programas de Netflix de chefs que se adentran en la aventura culinaria, inició capturando cada plato frente a él para compartirlos con sus amigos en diferentes países, quienes descubrieron su potencial con la idea de entrar en el mundo del blog, un mundo desconocido para un joven dedicado al comercio tradicional.
Con disposición y optimismo empezó a buscar, aprender y prepararse acerca del mercadeo digital, sin imaginar que una simple cuenta en Instagram le daría una gran oportunidad: conocer a Matt Bruck, un importante crítico de comida en Nueva York, quien lo invitó a la degustación de un restaurante. Desde ese momento, emprendió su propia aventura llena de oportunidades con sabor a lo desconocido que le ha permitido descubrir su nueva faceta en la Gran Manzana. Así, lo que empezó como un pasatiempo, se convirtió en una empresa: Food Porn Media (FPM).
Aunque Marcos conocía Nueva York, la decisión de recorrer un camino incierto, sin duda, marcó un antes y después en su vida. Gracias a sus fotografías en redes sociales, distinguidas por ser tomadas en medio de la calle donde se encuentre en el momento, se ha dado a conocer internacionalmente como ‘Food blogger de Nueva York y más allá’, pero en su ADN conserva su profesión que le ha permitido evolucionar su proyecto en FPM y hoy en día consolidarse en el sector gastronómico como una empresa de e-commerce o comercio electrónico para restaurantes.
Luego de cinco años y de visitar más de 2600 restaurantes, aún recuerda aquel momento en donde capturó su primera foto al llegar a la ciudad neoyorquina. «Jamás imaginé que existían bloggers de comida. Un día tomé una foto y la publiqué. Lo hice, y poco a poco, cada día, iba a comer en un lugar diferente; tomaba la foto y la posteaba de una vez. Mi primera foto fue en Shake Shack, me acuerdo. Está en el blog todavía». Su objetivo es ser un punto de referencia para los mejores sitios de comida en Nueva York, mientras sueña con visitar restaurantes alrededor del mundo y ser reconocido por su trabajo.