DUQUE, Carlos

Para muchos el arte significa un culto, coleccionan y disfrutan las obras desde la comodidad de su hogar. Para Emerson Cáceres, verlo como una decoración es casi un pecado. Cree firmemente que la pintura tiene el poder de transmitir un mensaje, un pensamiento, de hablar a través del lienzo y perdurar en la memoria, no solo adornar una sala. Es por eso que a lo largo de su trayectoria en el oficio –que comenzó desde los tres años– se ha permitido exponer sus sentimientos y creencias. Fue gracias a su madre, también artista, que de una forma poco tradicional descubrió el pintor que lleva dentro: “Durante mi infancia, si me portaba mal y quería salir, ella me ponía como condición dibujar un rostro. Si no me quedaba igual, no salía”.
Este pintor empírico, nacido en Colombia, basa su trabajo en la oportunidad de tocar al público, si les puede hacer reflexionar, entonces está bien hecho. En sus pinturas suele representar la denuncia social, a través de los retratos realizados en blanco y negro. Su principal enfoque es apelar a la memoria y el sentimiento de los individuos, mediante el reproche a la sociedad. “Si pinto para criticar algún acontecimiento negativo, es porque quiero que la gente lo recuerde y no lo repita”. | H.P.

También te puede interesar

Richard Páez, padre de una selección posible

Carlos Villamizar, el trofeo más valioso del Zulia