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La lectura es uno de los grandes placeres de la vida, nunca es tarde para darse cuenta de ello. Este año que comienza es una buena oportunidad para engancharse, por lo que te recomendamos un libro para cada mes y comprobar así que leer es una delicia.
Enero: Las intermitencias de la muerte, José Saramago. De repente, la gente deja de morirse. ¿Se imaginan?
Febrero: Historias de cronopios y de famas, Julio Cortázar. Cuentos que son recetas, instrucciones para sobrevivir, para llorar, para matar hormigas, etc.
Marzo: Música de cañerías, Charles Bukowski. Excesos, borracheras, prostitutas, calles, basura y botellas vacías. Todo esto en divertidísimas historias.
Abril: Diccionario del diablo, Ambrose Bierce. En apariencia es un diccionario normal, pero en cada entrada el autor vierte el odio que le tiene a la humanidad.
Mayo: Oír a Darío, Darío Lancini. Poemas que pueden ser leídos al derecho y al revés, como lo demuestra el título mismo. No lo podrán creer.
Junio: ¡Ay, cuánto me quiero!, Mauricio Paredes. El niño protagonista cuenta el idilio que tiene con la persona que más ama: él mismo.
Julio: Los 1001 cuentos de 1 línea, G. Jiménez Emán. Micro-cuentos que pueden ser de media página o de una sola línea.
Agosto: Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll. Con todos los juegos de lógica y de palabras que se pierden en la versión cinematográfica.
Septiembre: Obras jocosas, F. de Quevedo. Las desgracias del matrimonio y los cornudos, los entretelones de los conventos, las vicisitudes de ciertas partes del cuerpo…
Octubre: Historia de la fealdad, Umberto Eco. Hermoso libro que analiza todo lo feo que ha habido en las distintas formas de arte.
Noviembre: Del asesinato como una de las bellas artes, Thomas De Quincey. Lleno de humor bien negro, el autor describe asesinatos famosos desde un punto de vista estético.
Diciembre: Manual de urbanidad para señoritas, Pierre Louÿs. Uno de los libros más incorrectos, vulgares, lujuriosos y prohibidos de la historia.
(Por: Luis Ángel Barreto)