NEUMANN,Alex

Para definir a Eglantina Zingg no se puede recurrir a etiquetas, su espíritu aventurero y su amor por el arte la han impulsado a desarrollar múltiples facetas creando una carrera en televisión, pasarelas y cine que sobresale por su personalidad. Es caraqueña de nacimiento pero hay que presentarla como ciudadana del mundo. Desde pequeña comenzó a modelar visitando Estados Unidos, Europa y Asia.

Se preparó a nivel universitario en Comunicación y Negocios en el sur de Florida, y en actuación en Yale y la London Academy of Music and Dramatic Art, pero ninguna experiencia se compara con crecer en la amazonia venezolana; allí aprendió a dar orden a sus prioridades en un mundo de constante adaptación. Con sólo 20 años se convirtió en el rostro de MTV como VJ de el G’ueveo, y tras llegar a los hogares de 24 millones de jóvenes latinoamericanos consiguió las puertas abiertas para infinitud de proyectos. Ha animado espectáculos como los MTV Video Music Awards, refirmó su conquista de la pantalla chica con espacios en E! Entertainment y Glitz, y protagonizó videos musicales y fashion films. Para ella la actuación es “una sensación profunda, ajena, efímera pero que vive en ti”, un sentimiento que la fascina desde su debut protagónico en el cine en Secreto de Confesión, película del director venezolano Henry Rivero.

Su madre, a quien admira por su tenacidad, lealtad y humildad, es también la influencia en estilo que la llevaría a tener el status de It-Girl, ser portada de revistas como Elle, Marie Claire y Vogue, y convertirse en la imagen de marcas como Paco Rabanne y TAG Heuer, aunque para ella esos grandes nombres representan más que lujo, son el reconocimiento a su trabajo y un indicador de que va por buen camino. En su tiempo libre tiene la buena compañía de los libros de acción, historia y misterio, y la música como mejor medicina.

Incansable, la meta de Eglantina es ser mejor en todos los aspectos y contagiar a otros esta motivación, así nació Proyecto de Paz Latinoamérica, una organización que busca “inspirar a los jóvenes a ser los líderes del futuro, precursores de la paz y valores éticos”, promoviendo estos principios a través del deporte en los sectores más necesitados. Su norte en los próximos años es ser feliz, convertirse en la gran mujer que soñó de niña, ser embajadora del activismo social ayudando a eliminar la pobreza, la ignorancia, la violencia y la discriminación, simplemente: “Conquistar el mundo e inspirar miles de sonrisas”. M.A

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