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Alexandra no es de esas historias en que su padre y abuelo eran fotógrafos y por ende, ella nació con una cámara fotográfica como su primer juguete y con el cine corriendo por sus venas. No, lo suyo fue ensayo y error. De hecho, llegar a estudiar la carrera adecuada le costó tiempo y un primer año cursando Biología: “Un día contemplando a través de un microscopio, las maravillosas figuritas y colores que formaban algunas bacterias y creyéndome la más científica de cualquier centro de investigación, mis compañeros de laboratorio, muy cariñosamente, me hicieron entender que mi amor por los animales era muy real mas no suficiente, que la bata blanca era mi grito desesperado por llamar la atención y que mi test vocacional lo hice pensando en la espectacular fiesta que había organizado la noche anterior. Allí desperté, les di un beso a cada uno y salí corriendo a la Facultad de Humanidades de LUZ para inscribirme en Comunicación Social, mención audiovisual”. Nació en Ibague, Colombia; se estrenó en Venezuela ayudando a sus amigos con sus tesis y cortos; y ahora, en Miami Beach, Estados Unidos, se desarrolla profesionalmente como dueña de su propia productora, Cuadro a Cuadro, y como directora general y de fotografía freelance en comerciales, videos musicales, programas de televisión y cortometrajes. Fue como colaboradora que participó en el corto de su amigo Ángel Barroeta, A Monkton Family Christmas y que fue elegido en 2007, entre los diez mejores proyectos del Short Film Corner del prestigioso Festival de Cine de Cannes: “Eso nos dio la oportunidad de sentirnos orgullosos de un trabajo realizado con el corazón por un grupo de ‘maracuchos’ que vivimos en el exterior y que definitivamente nos une el amor por el cine”. El saber que cada proyecto guarda nuevos acertijos la inspira, el apoyo incondicional de sus padres es la razón por la asegura tener éxito y en su escala de modelos a seguir, su hermano Jorge está a la misma altura de Stanley Kubrick: “Lo que más me satisface de esta labor es la maravilla de poder expresarme a través de un lente y la fortuna de poder ganarme la vida haciéndolo, trabajar con mis amigos o con personas que siempre tienen para mi una sonrisa, buena disposición y buen humor ante todo. En el futuro me veo feliz y saludable, si Dios quiere con uno o varios hijos hermosos, pero sobre todo, enseñando mi trabajo por todo el mundo”. A.B.