DONDYK+RIGA

Jardín El Araguaney es la cosecha que Salvatore Baglieri sembró hace varias décadas, cuando confió a la fértil tierra venezolana el destino de su familia. Desde su llegada de Italia se desempeñó como jardinero, jefe de una cuadrilla encargada de embellecer las áreas verdes; los fines de semana lo acompañaban sus hijos quienes, sin saberlo, regaban el camino hacia su futuro.

Hoy Matteo y Giovanni administran uno de los viveros más prósperos de la zona, productor en sus granjas de su propia mercancía, y jardín por donde se han paseado centenares de familias marabinas desde su apertura, en 1982.

Los fines de semana se abría este espacio, cuyo nombre, ideado por Franco –el menor de los Baglieri–, denota con evidencia a nuestro árbol nacional.

Ante el éxito alcanzado por la administración siempre en manos de la familia, El Araguaney abrió sus puertas durante toda la semana dos años más tarde, incorporando paulatinamente un bazar de insumos, un equipo de atención que es parte de su atracción a los visitantes y una serie de servicios que incluían el paisajismo y lo que hoy sigue en pie, en palabras de Matteo: “Tratar de alegrar el ambiente de las casas”. Generación tras generación, Matteo y Giovanni, fundadores junto a su papá, han visto crecer la ciudad a su alrededor, fieles al amor por las plantas y creyentes en el mercado que les ha devuelto a lo largo de veinticuatro años los frutos de un siembra honrada y de excelente calidad. E.R.

También te puede interesar

Mariana Atencio, fusión de juventud y éxito

Marta Sánchez, el tesoro de Gemita