7 agosto, 2023
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Desde rincones escondidos que esperan ser descubiertos, así como destinos favoritos que regresan con fuerza, esta lista de destinos para visitar en 2024 es una mezcla de lugares emergentes, clásicos reinventados y experiencias únicas en la vida.
La actriz Margot Robbie y la cantante Dua Lipa han disfrutado recientemente de unas vacaciones en una isla poco conocida de las Cícladas, un archipiélago griego con 2.500 habitantes. Su presencia en este paraíso mediterráneo ha despertado el interés por este destino, que podría perder su encanto tranquilo en un futuro próximo. Por otra parte, Granada ha ido ganando popularidad como un destino caribeño tranquilo y accesible. Con su ron de primera calidad, su deliciosa gastronomía y sus playas de arena virgen sin multitudes, Granada tiene mucho que ofrecer a los viajeros que buscan algo diferente.
Algunos te invitan a la relajación y el descanso, mientras que otros te proponen aventuras inolvidables, estos son los destinos que el equipo de estilo de vida de Vogue ha seleccionado para viajar en 2024:
Sifnos, Grecia: Más allá de sus aguas cristalinas y playas de ensueño, la isla cautiva a sus visitantes con una gastronomía deliciosa y una cultura vibrante. La sencillez de la vida en la isla, alejada del bullicio de los destinos turísticos más populares, la convierte en un refugio ideal para quienes buscan desconectar y conectar con la naturaleza.
Granada, Caribe: Granada ofrece una gran variedad de actividades. Pueden pasear por la bulliciosa capital de St. George’s y admirar su puerto lleno de barcos, o adentrarte en la selva tropical del Parque Nacional de Grand Etang. Para los amantes del buceo, las aguas cristalinas de Granada albergan una gran variedad de peces tropicales, coloridos arrecifes de coral, restos de naufragios olvidados y el único parque de esculturas submarinas del mundo.
Quito, Ecuador: Enclavada en lo alto de los Andes, Quito, capital de Ecuador, ha experimentado un renacimiento arquitectónico en los últimos años. La ciudad, cuyo casco antiguo está protegido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, se ha convertido en un lienzo para algunos de los arquitectos más renombrados del mundo.
Big Sur, California: es uno de los destinos más populares de los viajes por carretera en Estados Unidos.
Tánger, Marruecos: a principios del siglo XX fue cuando se ganó por primera vez la reputación de punto de atracción turística para los occidentales de espíritu libre, desde Tennessee Williams a los poetas Beat, pasando por los Rolling Stones. Ese espíritu contracultural se mantuvo incluso después de la independencia marroquí para quienes querían comprar en sus laberínticos zocos, admirar sus maravillas arquitectónicas Art Nouveau y Art Déco, tomar el sol en las playas cercanas y beber toda la noche en uno de sus bares clandestinos.
Isla de Jeju, Corea del Sur: la isla de la costa sur de Corea del Sur que ha sido durante mucho tiempo una querida escapada veraniega de los seulitas: las haenyeo, o la comunidad matriarcal de mujeres buceadoras que pasan horas bajo el agua cada día recogiendo marisco.
Bodrum, Turquía: Aunque siempre ha sido conocida por su clientela chic, últimamente ha recibido una sacudida de glamour: el verano pasado se inauguró The Bodrum Edition, que se une al icono bohemio de los años setenta, Macakizi, como uno de los complejos turísticos más de moda en la parte turca del Egeo.
Madagascar: la remota isla del océano Índico con una de las biodiversidades más ricas del mundo. Aunque la industria turística del país está aún en fase de desarrollo varios campamentos destacados se están estableciendo en sus zonas salvajes: El Namoroka Tsingy Exploration Camp abrirá sus puertas en el Parque Nacional de Namoroka a mediados de 2024, mientras que Voaara se unirá al Miavana del complejo turístico privado Time + Tide como refugio de lujo junto a la playa.
Galicia, España: en el extremo noroeste de la Península Ibérica se encuentran algunas de las playas más impresionantes de España. En La costa occidental de la región pueden visitar las arenas de color amarillo dorado y las aguas azules cristalinas de las Rías Baixas.
