Busca por palabras claves, luego dale a enter
https://www.tendencia.com/2018/ana-maria-simon-los-dos-sobres/
“La radio ha sido el medio en el que he sido más feliz. Lo puedo decir ahora que ya llevo 25 años en este oficio y en algunos otros y sé que en la radio no sólo he tenido las mejores experiencias y he encontrado grandes amigos, sino que además fue un medio que me permitió tener solvencia económica y la posibilidad de organizarme a futuro. En 1999 apenas tenía cuatro años trabajando en la 92.9 FM, pero la cosa estaba tan bonita y próspera en nuestro país (Venezuela) que me dio chance de ahorrar para la inicial de lo que sería mi primera camioneta comprada por mí solita, sin pedirle prestado ni a papá ni a mamá ni a nadie, solo ahorrando. (Sí, millennials, no lloren. Alguna vez eso fue posible en nuestro país sin necesidad de ser enchufado). Para pedir ese crédito hacía falta mil recaudos y yo andaba toda ‘echoneta’ porque los tenía todos. Sólo me faltaba lo más fácil de conseguir: tres referencias personales. Una de ellas se la pedí a mi compañera de radio, Vanessa Archila. Ella, junto a Noliyú Rodríguez, tenían un programa llamado Tiempo de Cuaimas y preferí pedírselo a Vanessa porque me parecía la más seria, la ‘productora’ que iba a darle un aval un poco más sólido a ese requisito. El día que fui a recoger los papeles ella me entregó dos sobres y me dijo: ‘Te hice un par por si acaso. Léelas y escoge la que más te guste’. Guardé ambas cartas con el resto de los recaudos y me fui directo al banco orgullosa de mis estados de cuenta y con la certeza de que era imposible que me negaran el crédito. El gerente comenzó a revisar los recaudos, vio los estados de cuenta, las referencias bancarias y conforme iba leyendo, iba asintiendo. Yo, por supuesto, ‘echonetísima’. Cuando llega a las referencias personales me doy cuenta que le entregué ambos sobres y no filtré cuál de los dos me gustaba más. Él abrió uno al azar y cuando lo comenzó a leer, empezó a darle un ataque de risa y me dijo: ‘Ana María, creo que una de tus referencias personales te ha jugado una broma’. Le pregunté a qué se refería y sin imaginarme lo que se venía me comencé a contagiar con su risa, con la diferencia de que la mía era nerviosa. Me dijo como pudo en medio de su carcajada: ‘Toma, léelo tú misma’. La carta decía: ‘Por medio de la presente hago constar que conozco a Ana María Simón de vista, tacto, gusto y pachanga y me consta que es una profesional muy seria que se ha dedicado en los últimos cinco años a la prostitución y tiene su propia casa de citas. Le ha ido tan bien que ahora necesita comprar esa camioneta para el traslado de sus empleadas, ya que a partir del mes que viene va a diversificar su negocio y tendrá servicio a domicilio’. ¿Que si me dieron el crédito? Pues sí y lo más lindo es que ese banco, ese primer banco que confió en mí, se convirtió más adelante en mi cliente… de la radio”.