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Durante el proceso de preparación para el certamen de belleza de mayor rango, el Miss Universo, las aspirantes al concurso se someten a distintos cambios, como: cirugías estéticas, nuevas formas de caminar, en las normas de etiqueta, su manera de hablar y comportarse, incluso el estilo de su vestimenta, pero lo más complicado es prepararse para la ronda de preguntas, es decir: cómo actuar, cómo superar los nervios y responder acertadamente sin morir –o desmayarse- en el intento.
La mayoría de las chicas tienen alrededor de un año, una vez electa en su país, para responder con seguridad, confianza, solidez y mucho razonamiento la pregunta que será su pase a la final.
Por eso, en los últimos años, la ronda de preguntas se ha vuelto eje central en la selección de quien portará la anhelada corona. Para el mundo y los jueces, ya no bastan las medidas “perfectas” (90-60-90), sino una chica capaz de demostrar de qué está hecha realmente cuando se trata de temas relacionados con la economía mundial, política, de índole sexual o sobre erradicar la pobreza.
En este sentido, Mariam Habach, Miss Venezuela 2015, ha demostrado que físicamente se encuentra preparada para desfilar un traje de baño con orgullo y que puede afrontar a la prensa. Sin embargo, solo falta que alcance el último paso que determinará su pase a la final el próximo 29 de enero.
Aquí, un recuento con las respuestas de las dueñas de las siete coronas universales traídas a Venezuela:
“Mi mayor satisfaccion, por primera vez, ha sido conocer a 80 muchachas de diferentes naciones y diferentes culturas. Mi mayor emoción es que tengo, por primera vez, 80 amigas”, fue la respuesta de Maritza Sayalero sobre cuál era su mejor experiencia durante las tres semanas que estuvo en Australia antes del concurso.
La rubia de 19 años manifestó que estudiaba Ingeniería Civil porque pensaba que su personalidad va de acuerdo a esta carrera. “Siempre me ha gustado ver cómo crecen los edificios como crecen los niños”. Además, Sáez demostró que admiraba el deporte norteamericano mencionando su afición por los Rojos de Cincinatti y los Miami Dolphins.
“Pienso que hay que resaltar la gran labor que hacen los panameños cuando tienen gente en su tierra como nosotras, las misses. Pienso que hay que resaltar que no solo tienen tierras hermosas, sino que los panameños son muy bellas personas, que ofrecen mucho calor. Pienso que está muy exacto ese eslogan que dice ‘mi nombre es Panamá”, respondió con confianza y serenidad la que se coronaría como la tercera miss Universo sobre qué incluiría en un comercial dirigido a Panamá.
Ella estaba segura que escogería ser inteligente porque “puedes lograr ser rica y bella. Pienso que la inteligencia te hace no solamente bella por dentro, sino por fuera. Puedes lograr muchísimas otras cosas y desarrollarte en lo que tú quieras”, dijo con gracia una de las misses que más ha generado controversia tras su coronación, sobre todo por su abrupto aumento de peso.
Considerada como la reina universal más bella de los 65 certámenes realizados hasta ahora, Mendoza respondió con elocuencia cuando fue su turno. “Dios nos hizo para compartir y tener diferencias, pero las grandes diferencias entre las mujeres y los hombres no tienen nada que ver con la clase de vida que ellos viven. Los hombres piensan que la manera más rápida de llegar a un punto es por la vía recta, pero las mujeres sabemos que la manera más rápida de llegar es paseándose por las curvas e ir arreglándolas en el camino”.
Junto a Dayana Mendoza, Estefanía protagonizó el primer ‘back to back’ en la historia del Miss Universo, es decir, era la primera vez que una reina saliente coronara a otra de su mismo país en el certamen. Pero, su respuesta también dejó huella: “Creo que hoy en día ya las mujeres hemos superado bastantes obstáculos y pienso que ya hemos llegado al nivel de los hombres. Tenemos que darnos cuenta que ya no existen fronteras entre nosotros”.
El cantante estadounidense Steven Tyler le preguntó cuál era su mayor miedo y cómo lo superaría. Ella respondió con firmeza que “uno tiene muchos; sin embargo, esto no es negativo. Los temores los tenemos que sobrepasar y que estos nos hagan más fuertes y, de esta manera, volvernos mejor personas. Al momento que asumimos nuestros miedos somos capaces de enfrentarnos a cualquier reto”.