Vivimos tiempos de cambios acelerados. Nuestro entorno evoluciona casi a la velocidad de nuestra imaginación. La creatividad humana ha encontrado en las nuevas tecnologías una plataforma en la cual gritar a los cuatro vientos ese mensaje que tenía guardado.

Ilustración Tendencia

Poco tiempo atrás, la comunicación de los medios con el público era hermética y unidireccional. Ahora, el espectador cambió de un rol pasivo histórico detrás de las pantallas a otro completamente activo y sagaz: La interacción vía Twitter se apodera de la información, smartphone en mano.

Lo que dice la gente es la nueva ola. El compromiso de la audiencia con determinados programas de televisión crece sin parar y cesa el zapping de canal en canal. Los participantes de cada encuentro comunicacional se involucran emocional y hasta visceralmente con el contenido, una práctica que se afianza vertiginosamente en un plano digital, unipersonal en el contacto, pero masivo con base al alcance de sus canales de difusión.

Las líneas de tiempo de Twitter pasaron a formar parte de las transmisiones y tienen una función fundamental en su éxito, alcance y popularidad. Opiniones van y vienen.

Paola Albornoz, especialista en mercadeo y directora de la agencia Buzz&Pixels, explica que la sinergia en los medios empodera al consumidor en su búsqueda de productos personalizados.

“Países como Venezuela, Panamá y República Dominicana no están exentos de este boom, pues aprovechan las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías para impulsar el consumo noticioso a través del desarrollo periodístico minuto a minuto y el streaming”, comenta.

Un estudio de Nielsen, empresa de información e investigación de medios globales, analizó a un grupo de usuarios correlacionados directamente con la interacción entre TV y Twitter e identificó la emoción, la memoria y la atención como los tres elementos principales de esta experiencia, resultados muy similares a otros estudios de ventas y publicidad audiovisual. Así, comienza a materializarse una nueva fórmula muy eficiente, conformada por la identificación con una idea muy subjetiva (que parte del espectador/usuario), la atención recibida –ligada a la respuesta de quienes están frente a las cámaras- y el sentido de pertenencia por visualizaciones frecuentes, referido a la memoria.

En Venezuela, las reacciones de los espectadores en eventos como el certamen Miss Venezuela son tan entretenidos o más que el show en sí. La conversación colectiva es una válvula para que los sentimientos crudos se expresen. Al ser incorporados a la programación en vivo, pueden provocar situaciones de tal genialidad que ningún guion podría crear, o una situación de contingencia si no se sabe manejar. La sinergia en los medios, la fusión de lo mejor de cada plataforma, podría ser la fórmula para la comunicación del futuro, que pinta ser prometedor.

También te puede interesar

Presidenta de la Fundación Empresas Polar dicta conferencia en Maracaibo

Barbie Vera Wang: la nueva muñeca en homenaje a la diseñadora de moda