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Alrededor del mundo la congregación Marista es sinónimo de unidad y solidaridad. Aunque no sean hermanos de sangre, sus alumnos aprenden desde muy temprana edad a seguir las enseñanzas de sus predecesores y aplicar el valor de la fraternidad en cada aspecto de sus vidas. Amanda Valbuena, por ejemplo, forma parte del movimiento juvenil Remar, a través del cual ha aprendido a vivir para servir a quienes más lo necesiten. Por su parte, Marcel Mastroianni, Omar Urdaneta, Angélica Barreto, Luis Machado y Giulio Pierini, siembran un mejor futuro para sí mismos y la sociedad, participando en modelos de Naciones Unidas a escala nacional y llegando a convertir a la delegación oficial de su institución en la mejor del país, mientras que Wolfgang Torres, un joven prodigio de las Matemáticas, sueña con cambiar la manera en la que se enseña su materia favorita, realzando el poder de la lógica y el pensamiento dentro de la educación. Así mismo, el talento y la disciplina de Stephanie González y Ernesto Morales les ha llevado a alcanzar grandes logros practicando sus deportes favoritos: el tenis y el fútbol, al tiempo que se preparan para ser profesionales de las canchas. Todos ellos son modelos a seguir, jóvenes forjadores de un futuro lleno de grandeza, esperanza y unidad. M.P.

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