7 agosto, 2023
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Desde que eran compañeros de clase en el colegio Rosmini, Roberto Blasoni y Omar Petit eran conocidos por su ingeniosa habilidad para vender cuanto artículo pudiesen. Al crecer, esta amigable sociedad se formalizó cuando, con veinte años y siendo aún estudiantes de Derecho y Contaduría Pública respectivamente, se mantenían cerrando negocios sentados en alguna mesa de los cafés Bambi en Bella Vista y Kabuki en la avenida 5 de Julio: “Las cafeterías eran nuestras oficinas, hasta que un día entramos a la historia de Bibas por accidente. Un amigo era dueño del local para ese entonces y nosotros, de jóvenes descabellados, le propusimos alquilárselo pero solamente de día como oficina. Una locura que aceptó. Así que de día lo utilizábamos para una empresa de vigilancia que teníamos, y en las noches lo abríamos al público. Sin saberlo, ya teníamos una empresa y nuestro propio café”. En sus manos, Bibas se ha convertido en uno de los lugares preferidos de la movida nocturna en Maracaibo, con un ambiente distinto a lo que tradicionalmente se disfrutaba en la ciudad, donde la música en vivo y una carta de más de cien cocteles, creada a imagen y semejanza de la imaginación de sus dueños, son los ingredientes principales de su estilo bohemio: “Siempre nos ha motivado celebrar actividades en contra de lo normal. Una que nunca olvidan nuestros clientes fue una fiesta de Nochebuena que celebramos un 24 de junio del 2003. La intención era hacer algo diferente luego de una crisis tan difícil como el paro petrolero. Como las navidades del 2002 no se disfrutaron, decidimos celebrarlo con Papá Noel, arbolito, bambalinas y todo el cuento. Una semana después hasta celebramos el Año Nuevo. Nos vestimos de esmoquin, la gente estaba de gala y una emisora fue nuestra cómplice transmitiendo a medianoche el conteo regresivo para las doce”. Catalogados como diferentes e innovadores, Roberto y Omar transformaron Bibas en un café que celebra cada dos meses festivales gastronómicos, temporadas de noches de monólogos y presentaciones para que todo aquel que ose a exhibir su talento en una improvisada tarima: “Nos enorgullece mucho ver lo frecuentado que es Bibas. Las noches de miércoles a sábado se llena tanto que no cabe ni un alma. Las personas llegan, entran y en seguida se sienten en casa. Antes de crearlo decíamos que todos los lugares en Maracaibo eran siempre lo mismo: comer y beber; pero con Bibas Café creo que fuimos más allá”. A.B.
