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La vocación es un sentimiento complejo. Puede ser sutil como un susurro o avasallante como un huracán. Quizás la vocación que convirtió a la doctora Samar Yorde en médico fue sutil, pero aquélla que despertó su sentido altruísta fue tan poderosa que hoy es la causa una nueva realidad en materia de salud pública, no sólo en Maracaibo, sino en todo el estado Zulia: “Yo no quería ser médico, lo que en verdad soñaba era estudiar relaciones públicas y comunicación social. En el 96 egresé como médico de La Universidad del Zulia y no sabía qué especialidad tomar. De lo único que sí estaba segura era que no quería quedarme atendiendo a un solo paciente.
Mi sueño era poder ayudar a las masas”. La convicción de esta brillante profesional la condujo a cursar la maestría en Administración del sector Salud, mención Planificación, y gracias a su astucia, conjugada con un espíritu noble y consagrado al servicio, la doctora Samar Yorde se convirtió en el 2000 en directora del Servicio Municipal de la Alcaldía de Maracaibo. Esa experiencia le demostró a sí misma de lo que era capaz: “Trabajé como loca porque tuvimos que hacer todo desde el principio. Por más que tengan una gran vocación, los médicos no están preparados para administrar un hospital, o manejar indicadores e inventarios. Ése es mi trabajo, y la experiencia me ha demostrado que, sin usar mucho dinero, se pueden lograr las cosas. Lo único realmente indispensable es la creatividad”. Su vertiginosa realización profesional convenció a Samar de que no podía limitar su campo de acción, dedicándose exclusivamente a una institución. Fue por ello que en 2004 decidió independizarse y poner sus servicios a disposición de todas las clínicas públicas o privadas, en consonancia de su meta de vida de ayudar a la mayor cantidad de gente posible.
Hoy, su empresa Saludable, además de brindar asesoría a varias clínicas privadas, desarrolla los proyectos de salud de la Gobernación del Estado Zulia y del municipio San Francisco. La calidad de sus resultados se mide por la felicidad de la gente que goza del beneficio de contar con centros de salud eficientes: “Muy pocas personas trabajan basándose en ese concepto tan complejo que es la calidad. La gente merece ser atendida con dignidad. La salud es un derecho constitucional y nuestra meta es que los pacientes sientan su ambulatorio como un segundo hogar. Que los doctores den lo mejor de sí… nosotros nos encarguamos de la carpintería”. – C.W.
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