DONDYK+RIGA

Voz Veis, Soledad Bravo y Simón Díaz tienen algo en común: todos han tenido entre su equipo a Roberto Rincón como su ingeniero de sonido. En sólo pocos años este talentoso creador logró lo que muchos sueñan durante toda su vida: trabajar en los mejores escenarios de Latinoamérica y el mundo. Y esa conquista fue el resultado de años de dedicación a su pasión y vocación, la música: “He tenido la fortuna de trabajar como ingeniero, production manager y road manager de las agrupaciones locales y nacionales de mayor renombre, como Tecupae, Mermelada Bunch o Serenata Guayanesa. Lo más gratificante fue viajar por el mundo haciendo lo más me gusta, y además recibiendo un pago por ello. Llegué a trabajar en países como Japón o Argentina. Uno de los momentos más emocionantes fue en el Madison Square Garden de Nueva York, donde trabajé como ingeniero de monitores en la gira de Franco de Vita. Siento que llegué a donde quería llegar”. La relación de Roberto con la música no es cuento nuevo, sino el juego preferido que comparte desde la infancia con su hermano Enrique: “Desde jóvenes comenzamos a experimentar y grabar demos de bandas locales en cassette, con consolas de cuatro pistas. Incluso abrimos una sala de grabación llamada Eco que fue importante en su momento”. Sin embargo, el sueño de vivir de la música vendría después de estudiar Administración de Empresas y probar suerte en una carrera “factible”. Pero como sucede en las grandes historias, la vocación fue más fuerte y lo llevó hacia la conquista de sus sueños. Fue así como en el 95 Roberto Rincón se matriculó en el Full Sail Center for the Recording Arts, en Orlando, y se especializó como Ingeniero de Grabación: “Fue un año intensivo, durante el cual pude trabajar con la más alta tecnología en el área. Sin embargo, al volver me topé con la dura realidad de tener que trabajar con las uñas”. Tras años de giras, experiencias, de sueños musicales con grupos como Femme y Voz Veis, Roberto está convertido en un hombre de familia que disfruta de los frutos de su aventura. La misma que hoy está consolidada con el sello de su empresa, Aldea Producciones, que es en la actualidad líder en venta y alquiler de equipos de audio, iluminación y multimedia, sistemas de monitoreo personal inalámbrico y organización de eventos. Para hombre como él, el show siempre debe continuar. C.W.

Twitter

También te puede interesar

Carlos Duval Sierra, una voluntad sin límites

Alberth Bravo, en cuerpo y alma hacia la meta