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Alejandro Márquez, héroe de la seguridad ciudadana

Alejandro Márquez, héroe de la seguridad ciudadana

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Alejandro Márquez, héroe de la seguridad ciudadana

Perfiles

1 diciembre, 2006

DONDYK+RIGA

Hay quien piensa que los héroes son personajes que quedaron en el recuerdo de la mitología griega o en el incierto reflejo que de ellos nos ha dibujado la historia. Pero en las calles de la ciudad que habitamos, cientos de héroes urbanos dan la cara, sin capas coloridas ni poderes sobrenaturales, en nombre de la justicia. Muchas veces bajo el anonimato, pero siempre haciendo una labor que se hace sentir, como sucede con Alejandro Márquez, el actual sub-secretario de Defensa y Seguridad Ciudadana: “Tuve la vocación policial desde niño, inspirado por el Comisario Eduardo Villalobos. Mientras mis amigos jugaban béisbol, yo estaba con él en la patrulla”. Ésta es la historia de cómo la vocación se hizo profesión y de cómo un abogado se convirtió en uno de los grandes gerentes de seguridad en el Zulia. Alejandro Márquez se preparó en las principales organizaciones nacionales y mundiales, desde la PTJ y la DISIP, hasta la DEA, el FBI, la Escuela de Leyes Policiales de USA, la aduana norteamericana o los ejércitos israelí y colombiano. Ese profundo conocimiento de las estructuras de seguridad lo llevó a entrenar a los funcionarios de la Policía Municipal  y posteriormente a formar parte de la fundación de la Secretaría de Defensa y Seguridad Ciudadana, ese organismo modelo que creó calles seguras para los zulianos. Este luchador ha sido partícipe de la creación de programas como el Patrullaje Urbano de Maracaibo PUMA, la Brigada Chiquinquirá, las patrullas de caminos, los nuevos comandos motorizados de San Francisco y la COL y el desaparecido Comando Anti Secuestros, que formó junto a su aliado y amigo, el comisario “Mazuco” Sánchez. Hoy, Alejandro vive para ejecutar proyectos ambiciosos como la implementación de un sistema de seguridad por cámaras (iniciando con la Parroquia Olegario Villalobos), la modernización del 171, la homologación de la Unidad de Tránsito, la creación de la División Comunitaria y la incorporación de la empresa privada en el aparato. Todo por su lema máximo de proteger a la ciudadanía: “En Venezuela sólo dos por ciento del presupuesto se invierte en seguridad. El problema de la delicuencia es social y el Estado debe responder a su gente. Es un trabajo duro, tomando en cuenta que el problema nunca se erradicará por completo. Pero no me desanimo. Cuando empezamos el Zulia era el segundo estado con mayor índice de criminalidad y hoy estamos casi de séptimos. Eso es lo que me da las fuerzas para seguir luchando”. C.W.