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Alcanzar una meta, por más lejana que parezca, no requiere solo de preparación y habilidad, sino también de la fe y el optimismo que se tenga para lograrlo. Prueba de ello son jóvenes como Ana Isabel Ranuare y María José de Vargas, quienes han conseguido destacar entre montones de niñas de su edad por sus logros en gimnasia aeróbica y rítmica, o George y Mariana Trujillo, cuya pasión por el golf les ha llevado a competir contra los más grandes de sus categorías dentro y fuera del país. El entusiasmo que Juan Mendoza transmite a través de su música ha servido, junto a su talento, para llevarle a ser parte de la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil, mientras que Jesús Agüero, Manuel Gómez, Vittorio y Aldo Zecca han aprendido a aprovechar dichas virtudes para resaltar en una disciplina tan exigente como el tenis. Muchos podrán considerarlos apenas unos niños, pero está demostrado que la confianza que cada uno de ellos tiene en su capacidad para triunfar es tan grande como el futuro que les espera. M.P.

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