El impacto del cambio climático sobre la extensión del hielo en el ártico es preocupante, las consecuencias de su prolongación pueden ser catastróficas para el planeta y su especie.

Durante varios años el calor atmosférico ha ido en ascenso y se han observado patrones meteorológicos persistentes y anómalos en todo el mundo. Según se caliente el ártico y retroceda el hielo, los mecanismos de retroalimentación irán fallando, lo que causaría liberación de peligrosos gases de efecto invernadero provocando el aumento del cambio climático.

Es muy probable que si el deshielo continúa suba el nivel del mar y cambien los patrones climáticos del hemisferio norte. Además, se podrían causar episodios meteorológicos extremos y en el futuro habrá más probabilidades de sufrir olas de calor, inundaciones y tormentas muy intensas.

Una investigación liderada por Luke Trusel de la Universidad de Rowan (Nueva Jersey, EE. UU) reveló que el aumento del deshielo comenzó a mediados del 1800 y que la velocidad de desaparición no ha hecho más que aumentar por encima de la variabilidad normal en los últimos años.

Uno de los lugares más afectados es Groenlandia ya que a medida que la temperatura del aire aumenta, el deshielo se acelera. En lugar de derretirse a un ritmo constante a medida que el clima calienta, la capa se derretirá cada vez más por cada grado de aumento en la atmósfera.

“En comparación con el comienzo de la era industrial, nos encontramos actualmente con un 50% más de agua de deshielo. Según los datos, se ha producido un 30% de este aumento durante el siglo XX” señala Sarah Das de la institución Oceanográfica de Wood Hole.

Toma conciencia de lo que vivimos actualmente y de cómo esto afecta a nuestro mundo.

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