Lucir radiante ante el mundo requiere más que maquillaje, tu piel es el reflejo de cómo vives, comes, lo que haces y a lo que te expones diariamente, por eso es muy importante mantenerla hidratada de forma natural para evitar resequedad y señales de envejecimiento.

Con estos sencillos consejos podrás aplicar herramientas caseras para blindarte ante la exposición al viento, al sol y a los efectos de la contaminación ambiental.

Tomar mucho agua: Sabemos que lo has escuchado muchas veces y aunque parece un mito publicitario, es real, el agua ayuda a oxigenar tu cuerpo, limpiar tu piel y mantener tus poros limpios. 

Cuidado con el maquillaje: Procura no abusar con la cantidad de productos que colocas en tu rostro, no abuses de las sombras y los colores, busca cosméticos orgánicos y por favor, nunca te duermas sin desmaquillarte.

Protégete del sol: Tu piel no quiere nada con los rayos solares y si bien  sabemos que hay algunos que disfrutan del bronceado, procura protegerte de la exposición directa. Usa lentes obscuros cuando estés en la calle y mantén un buen tópico de protector solar en tu bolso.

Come sanamente: En la pigmentación de tu piel se refleja lo que comes, la cantidad de grasas y azucares que ingiere tu organismo, por eso lo más indicado es cuidar tu alimentación: consume frutas, vegetales. Evita los lácteos, las frituras y los productos altamente procesados.

Cuidar tu piel, tu rostro y tu sonrisa es proteger la portada que muestras al mundo cuando te presentas ante él.

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