Busca por palabras claves, luego dale a enter
Actriz, escritora y conferencista, Laura Chimaras obtuvo protagónicos en a muy temprana edad, enamorándose como una adolescente de la actuación, y descubriendo, años más tarde, que no se trataba de un cuento de hadas con un “para siempre”.
Acogida por un apellido, una vena artística y con el talento para seguir el camino obvio, la hija del actor venezolano Yanis Chimaras reconoce que el giro que ha tomado su carrera también es influencia de su padre, algo que entendió tras publicar su primer libro, Pasiones narcóticas.
¿En qué momento supiste que querías hacer algo diferente a la actuación?
Ese mundo me lo estaba haciendo vivir mi papá. Me enamoré de la actuación, pero cuando comencé a tomar independencia, me di cuenta que eso no era lo que quería hacer, aunque me encantaba. Toda mi vida he sido lo que un contrato decía. Crecí preguntándome quién era yo; la respuesta era: “Soy un ser humano que jugaba a ser personajes”, y no me sentía bien sabiendo eso; ahí comenzó la búsqueda.
¿Hasta dónde llegó la influencia de tu papá en tu carrera?
Papá me regalaba libros, veía oportunidades para conversar sobre temas que me aportaran, fue muy sublime la manera en la que me influyó. Lo extraño muchísimo. A los 13 años me regaló un libro, Cien años de soledad, cuya dedicatoria decía que esperaba que yo fuera una mujer culta en letras y una gran profesional. Cuando entro en este camino, es que entiendo ese mensaje.
Lo entendiste después de tu primer libro, pero ¿cómo comenzaste a escribir?
Quería conectarme con las personas que me seguían, pensaba que la tecnología nos apartaba de todo, pero me puse a estudiar y cambié mi percepción; me abrí un blog y empecé a hacer escritos cotidianos. Cuando presenté Pasiones narcóticas y hablé de esta experiencia fue cuando me dije: “Voy a escribir y quiero hablar con las personas”. Luego hacemos la gira para conversar sobre cómo renací en la escritura y desarrollé la Laura que quiero ser de ahora en adelante.
Pasiones narcóticas y La historia de una adicta son títulos que evocan una dependencia. ¿Hay una razón particular para escribir desde ese punto de vista?
Mi mamá fue adicta durante muchos años. Cuando mi papá muere ella cae en una profunda depresión, pero él siempre me adelantaba a las situaciones; yo tenía información desde muy pequeña que no entendía por la edad, pero que ahora la comprendo, entendí que saqué las cosas de mi infancia. Mi mamá me desglosó esa explicación y me hizo comprender mi interés sobre la adicción.
¿De qué otra forma has experimentado estos momentos de claridad?
Desde hace dos años me empecé a involucrar con personas con las que trato tópicos muy profundos, ahora me enamoro más de lo que hay adentro y no del modelo de portada. Mis procesos creativos son tan fuertes que llega ese click, donde algo se quiebra en la relación. Esas situaciones me llevaron a conocer a la persona con quien estoy hoy, tenemos disciplinas distintas pero seguimos adelante. Capaz tenemos una percepción de la realidad muy similar y eso me lleva a abrirle la puerta. ¡Bueno, lo voy a intentar!
¿En qué otro asunto te basas en el presente para trabajar en el futuro?
Me estoy enfocando en las conferencias de Hackea tu realidad, pero ya estoy trabajando en la biografía de mi papá, hablando desde mi punto de vista familiar, siempre dejándolo en alto porque realmente estoy honrando su vida, pero contando cómo influyó en lo que soy y dando la razón de por qué tú estás comprando un ticket para mi conferencia o leyendo mis libros.