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Tener un concepto bien definido del arte hace del trabajo de Renwick Heronimo una referencia internacional. Dedicado desde muy temprana edad a la arquitectura, entre otras disciplinas que involucran la creatividad y el diseño, es un destacado curador de arte de la Fundación Museo Arubano que ha experimentado en la pintura, la fotografía y las relaciones hombre–naturaleza y hombre–ciudad, un nexo frágil que no deja de llamar su atención y lo incita a ir siempre más allá. Formado en diseño arquitectónico en la Rietveld Akademie de Amsterdam, Países Bajos; y en estudios críticos en el Maryland Institute College of Art (Mica), en Estados Unidos, ha sobresalido con participaciones artísticas desde 1992 hasta 2002, año en el que decidió dedicarse por completo a la curaduría, oficio que describe como un aprendizaje cargado de información y síntesis. “El curador debe tener una curiosidad infinita y unas ganas de aprender inagotables. En cuanto a las corrientes artísticas, es importante tener en cuenta el zeitgeist (espíritu) de cada época, para poder contextualizar lar narrativas adecuadamente y lograr una máxima asimilación”, puntualiza Heronimo. Desde su natal Aruba, está avocado a la creación de museos y espacios para generar conciencia sobre el valor de la herencia cultural, a la vez salvaguardando y reinterpretando el pasado para inspirar el futuro. | E.S.

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