24 mayo, 2021
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Matt Rourke
La gigante mundial de las bebidas gaseosas Coca-Cola ha tenido que replantear sus estrategias de comercialización, luego de comprobar que el consumo de las mismas ha venido disminuyendo desde hace algunos años.
En varios lugares del mundo, cada vez son más las personas que consumen menos gaseosas. Esta tendencia ha provocado que las presentaciones tradicionales para consumo personal como las botellas de 600 mililitros (ml) y de 350 ml, así como las latas de 355 ml sean menos compradas que en el pasado. Para salirle al paso a esta situación, Coca-Cola lanzó en 2007 una lata más pequeña, de apenas 222 ml, siguiendo los últimos hábitos de consumo del público.
Y, por increíble que parezca, la estrategia ha funcionando óptimamente, ya que a los consumidores prefieren una cantidad reducida de bebida e incluso no les importa pagar un precio un poco más elevado por el volúmen de líquido ofrecido.
Hace un par de décadas, cuando los números descendían, el primer impulso de las fabricantes era disminuir los precios para incentivar las ventas, pero estos descuentos no eran suficientes para contrarrestar la pérdida a largo plazo. Ahora, la cantidad reducida de líquido y la lata compacta, sumados al precio especial para este formato (ligeramente más alto) ha despertado el interés del público. Puntualmente se ofrece menos cantidad, pero en sumatoria se consumen más latas a nivel masivo.
Las ‘mini-latas’ de 222 ml han incrementado el porcentaje de ventas y siguen en auge gracias a diversas campañas publicitarias que invitan al público a consumir el producto en presentaciones pequeñas.
Coca-Cola ha expresado que desea diversificar su portafolio y no depender exclusivamente de su bebida estrella en el futuro.
(Fuente: CNN En Español. Video: YouTube / Coca Cola)
