CORTESIA NBA

Criollos como Greivis Vásquez nos demuestran que el sueño de llegar a la NBA, considerado el mejor baloncesto del mundo, es posible e incluso se puede destacar como uno de los mejores en esta liga. Nació en Caracas el 16 de enero de 1987, ciudad donde siete años después descubrió su pasión por los tabloncillos,  especialmente por su padre quien frecuentemente lo llevaba a ver los juegos de Cocodrilos de Caracas en la Liga Profesional de Baloncesto Venezolano. Tomando el básquet como una actividad recreativa se fue transformando en lo que hoy es una fructífera carrera profesional.

A los 17 años partió hacia Maryland, Estados Unidos, donde destacó en el equipo de baloncesto de su colegio Montrose Christian School; sin embargo, reconoce que ese ha sido el reto más fuerte: “Fue un proceso de adaptación muy duro. Lo más difícil ha sido dejar a mi familia, tengo casi ocho años que no celebro un diciembre con ellos allá. Cuando juegas un deporte profesional debes sacrificar algo y dejar a mi familia y a Venezuela fue mi sacrificio para jugar en la NBA”. Su nivel de juego le permitió optar por una beca universitaria con la cual estudió Comunicación Social en la Universidad de Maryland integrando su equipo e impulsándose como potencial candidato para ingresar a la NBA, objetivo cristalizado en 2010 cuando fue elegido para jugar en los Grizzlies de Memphis, escuadra con la que logró una destacada actuación en los Playoffs de 2011.

Al año siguiente fue transferido a los Hornets de Nueva Orleans, donde milita actualmente y en el que cada semana engrandece su figura dentro de esta liga. Grandes nombres son su inspiración: Carl Herrera, Oscar Torres, Rommel Colina y Diego Guevara en Venezuela mientras leyendas como Michael Jordan y Kobe Bryant son su ejemplo en la NBA. Su poco tiempo libre lo comparte con su hijo y familia, descansando en casa o yendo al cine. Le gusta la música, desde la romántica pasando por el rap y la salsa y confiesa que le gustaría estrechar la mano del actor Denzel Washington a quien admira por su trabajo en el cine.

Sus metas están claras: desarrollarse como jugador, establecerse en la NBA y ganar un título, llevar a Venezuela a unas olimpiadas y al retirarse seguir vinculado a este deporte como especialista en básquetbol o analista deportivo para la televisión. Cree que su hijo seguirá sus pasos en el básquet y concluye: “Con el trabajo duro las cosas te salen bien y tendrás mucho éxito. Si tu sueño es llegar lejos, ser basquetbolista profesional de la NBA, abogado, ingeniero o lo que sea, tienes que luchar, trabajar duro y hacer las cosas bien con la mayor pasión e interés”. P.V.

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