Busca por palabras claves, luego dale a enter
http://www.tendencia.com/2011/jorge-palencia/
Aquel 11 de septiembre de 1891 los presentes desconocían que eran testigos de una conquista intelectual. En medio de repiques de campanas, fuegos artificiales y las notas de una banda marcial, alumnos, intelectuales y ciudadanos curiosos acudieron a la inauguración de La Universidad del Zulia. Ese día, bautizado como “la fiesta de la ciencia”, es el inicio de una noble institución con más de cien años de historia, tan fuerte que sobrevivió a un injusto cierre de cuatro décadas y que detrás de su escudo representa a todo un estado. LUZ es el alma máter de los zulianos y dirigir sus riendas es un verdadero honor del que pocos gozan, entre ellos, Jorge Palencia. Su actual rector es “de la casa”. Hijo ilustre de Buchivacoa, estado Falcón, llegó a Maracaibo con veinte años para estudiar en las aulas del que sería su segundo hogar. Tras un breve paso por la carrera de Medicina, cambió su rumbo para recibirse en Matemáticas. Pasaba más horas en LUZ que cualquier otro alumno, pues alternaba sus clases con su trabajo de cinco a diez de la noche como colaborador en la Biblioteca de la Facultad de Humanidades y Educación. Su buen rendimiento con los números es un afición que le quedado de su profesión y que hoy desahoga jugando dominó y resolviendo sudokus. Al recordar su trayectoria laboral expresa su orgullo de nunca perder contacto con su alma máter. Es profesor jubilado, ex presidente de Instituto de Previsión Social de los Profesores de la Universidad del Zulia y antiguo Vicerrector Administrativo de LUZ. Es por ello que cuando asumió la rectoría el 1 de octubre de 2008 todos sabían lo que vendría: transformación académica. Sus gestiones en los cargos previos eran conocidas por emprender cambios en pro de un beneficio en común y así se ha regido desde el primer día: “Soy creyente de que la productividad está directamente relacionada con los espacios dignos y de que la universidad debe insertarse en su entorno. Debe salir de esa burbuja que aparenta habitar e ir más a la pertinencia social identificando problemas y buscando soluciones para una comunidad que es hospitalaria por excelencia. Lo mejor de Maracaibo es el afecto de gente. Somos personas muy dadas a la camaradería y en LUZ hacemos honor a ello”. A.B.