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En ocasiones es la vida la que decide por uno: el lugar donde naces, la familia que te abriga o los eventos inesperados que construirán tu historia… Ángela fue elegida por la música: “Soy una cantante que utiliza la flauta. De niña vivía metida en coros de iglesia. La música es una llamada, es inevitable. Soy feliz porque hago lo que quiero. No hay nada como no tener que ir a una oficina un lunes en la mañana”.
Si Ángela tuviera que llamar “oficina” a algún lugar, ése sería al Teatro Bellas Artes. Es allí donde ensaya la Orquesta Sinfónica del Zulia, a la que pertenece como flautista. Y es así como transcurren sus días, desayunando sinfonías, envuelta en melodías ajenas y formando parte de la banda sonora de su propia vida.
Ángela es una mujer de lenguajes universales; por eso estudió Idiomas Modernos en LUZ y música en el Conservatorio “José Luis Paz”. Gracias a ello puede cantar en francés, inglés, portugués, español e italiano… y lo que no puede expresar en otro idioma lo lanza directo al alma con la dulce flecha que es su flauta. Hoy es ella quien dicta la cátedra de Teoría y Solfeo en la casa que la formó. Y por estar rodeada de música, de músicos, se hizo realidad el sueño de plasmar su pasión en un disco. En el 98 lanzó Enhorabuena y recientemente Te digo la mitad, un trabajo más maduro que ha tenido una cálida acogida en el ámbito nacional: “El primer disco fue un capricho pero a este le puse todo el corazón. En ese cd están plasmadas las influencias musicales que me han acompañado: jazz, bossa nova, mis raíces clásicas… Surgió de los “tigres”, de esas presentaciones en bares, donde experimentábamos con covers de canciones del folklore nacional”. De allí que en el disco encuentren versiones de temas como Maracaibo en la noche –en un sonado dueto con Gustavo Aguado– o Sabana de Simón Díaz.
El nombre de Ángela está rodeado de talento. Su disco cuenta con el apoyo del talentoso productor Agustín Espina, y la colaboración de músicos de la talla de Guillermo Carrasco, Guillermo Dávila o Frank Quintero. Además, Ángela ha colaborado en producciones de otros artistas como Pedro Castillo y Huáscar Barradas. Una prueba más de que los iguales sí se atraen: “Era mi responsabilidad demostrarme a mí misma que podía vivir de la música. Era un compromiso de vida. Y en esto la meta no se alcanza nunca. Uno debe seguir y seguir haciendo música y sacando discos. Así es”. C.W.