VACCARELLA, Sebastián

Entre ceviche, papa, limón y ají amarillo, la cocina de Javier Iparraguirre se destaca entre pescados y mariscos. Llevar a los paladares más exigentes las delicias del Perú con creatividad y autenticidad, sacando el máximo de cada plato, es lo que define su estilo. Por ello, ha hecho del restaurante Segundo Muelle, un referente de la gastronomía peruana que se ha expandido por países como Ecuador, Costa Rica, España y Portugal. La pasión que ahora disfrutan muchos, comenzó para él desde que era un niño: «Desde niño, estaba en el cocina viendo a mi madre cocinar, fue mi inspiración para seguir con esta pasión en la cocina. Así fue cómo todo inició». Visitas nocturnas a otros restaurantes y lugares cargados de cultura e idiosincrasia, son las que le ayudan a dar rienda suelta a su talento, uno de los más destacados en cuanto a fusión marina. Este chef ve a la cocina como un arte porque hay que imprimirle mucho amor, dedicación y perseverancia para alcanzar el éxito. Confiesa que la mejor bebida para acompañar sus comidas es el pisco sour, una mezcla de pisco con zumo de limón, jarabe de goma, hielo y claras de huevo que le ha traído grandes satisfacciones en su carrera. «Lo más gratificante que he podido tener es ver al comensal sonreír cuando prueba la comida». | E.S.

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