7 agosto, 2023
GRUPO TENDENCIA
Busca por palabras claves, luego dale a enter
QUAST, Rubén
Rodolfo Cova está dedicado en cuerpo y alma a realizar historias y volverlas un hito entre la industria. En toda su carrera, ha participado en la realización de más de mil comerciales y diez cortometrajes. Además, 20 largometrajes, entre los que destacan Desde allá, La hora cero, Azul y no tan rosa; Papita, maní, tostón; Piedra, papel o tijera y la mexicana Las hijas de Abril, con la que conquistó el Premio del Jurado de Una Cierta Mirada en la 70ª edición del prestigioso Festival de Cannes.
Con una profesión que comenzó en el área administrativa, une inteligentemente los aspectos organizativos con la intuición, la creatividad y la pasión. En una entrevista exclusiva cuenta a Tendencia sus gustos, carrera, perspectivas y motivaciones.
¿Qué te movió a volverte productor?
Empecé a trabajar en producción por curiosidad y para pagarme mis estudios universitarios. Le tomé gusto y luego no me vi haciendo algo diferente. Desde las primeras cosas que trabajé fueron con casas productoras formales. Empecé como asistente de producción, desde buscar un café al director, salir a buscar locaciones, utilería…
La mayor parte del tiempo, el trabajo del productor es eclipsado por el director –en cuanto al reconocimiento–, ¿cuál es tu opinión?
Yo no lo veo de esa manera. Sí es cierto que la prensa le presta más atención al director y actores, pero eso es parte de la imagen del proyecto, de quiénes son la cara para vender la película. No me siento eclipsado por nadie, quizás porque no tengo la intención de ser famoso o reconocido por el público general.
¿Qué está haciendo Rodolfo Cova para que se le dé la misma importancia al productor?
Yo trabajo, mucho. Pero mi intención es hacer películas, no es ser famoso. Ahora, si hablamos a nivel del medio cinematográfico, sí lucho porque al productor se le dé su lugar, su importancia en el levantamiento y ejecución de un proyecto. Que se le reconozca como parte esencial del proceso, incluso creativo, y no como un simple “buscador de cosas”, como algunos creen que somos.
¿Qué debe tener un guion o una historia para que te enamores y la produzcas?
Debo conectarme con lo que dice, con su mensaje o propuesta.
Te han considerado el “Rey Midas” de las películas venezolanas, ¿qué opinas al respecto?
¡Jajaja! Nada que ver, cuando la periodista me dijo que iba a titular la entrevista así, le dije muy serio: “Ni en juego”. Evidentemente no me hizo caso. Soy nada, simplemente hago lo que me gusta, a veces funcionan las películas, otras no tanto. Me tocó un buen momento, quizás hubiese hecho lo mismo en otra época y el resultado fuese distinto.
¿Cómo valoras el momento actual del cine venezolano? ¿Qué ha alcanzado la industria y qué le falta?
Hemos vivido buenos momentos. Hoy la situación económica nos está afectando, el verdadero impacto lo veremos pronto, ya que las películas que están saliendo actualmente se hicieron hace un par de años. A mi manera de ver le falta internacionalización, muchos siguen haciendo cine pensando solo en el mercado local.
¿Qué le falta a productores, guionistas y directores para internacionalizarse?
Pensar en grande. Hacer cine para el mundo, no para Venezuela. Todas las historias son mundiales. El odio, amor, el poder, la amistad, la codicia, la familia… Lo demás es contexto.
En otros tiempos, la televisión era totalmente diferente a la cinematografía, pero actualmente vemos producciones estilo cine, como Juego de tronos, ¿qué opinas sobre esta sinergia?
Me gusta, todos las plataformas deben alimentarse de las otras, además de crear un producto que puede funcionar bien en todas las ventanas de exhibición.
¿Qué opinas del auge de las producciones web/streaming?
Me gustan, es una ventana que genera contenido importante, por ser para web no creo que deba tomarse a la ligera. Para mí es lo mismo que realizar cualquier otra producción audiovisual.
¿Debería Venezuela sumarse a realizar grandes producciones para esa plataforma o aún no es tiempo?
Sí debería, sobre todo produciendo para la región. Que funcione económicamente en nuestro mercado es otra cosa.
Sobre tu participación el Festival de Cannes, ¿superaste tus expectativas al recibir el reconocimiento?
Por supuesto, ya estar en el festival es algo increíble. La reacción del público al terminar las proyecciones fue lo que más me gustó, había mucha energía.
¿Cuál ha sido la producción que más le ha aportado profesionalmente a tu carrera? ¿Por qué?
Todas dejan algo, en cada una aprendo nuevas cosas. Pero para ser específico, Desde allá le dio visibilidad internacional a mi trabajo.
Además de conseguir que todo funcione a la perfección, has participado en el trabajo creativo, ¿cómo suele ser tu visión? ¿cuáles son tus ideas?
El aporte que trato de dar siempre apunta a la conexión del espectador con la historia.
¿Cómo logras identificarlo y saber qué puede necesitar el público para lograr una conexión? ¿Tiene que ver con lo que sientes sobre el proyecto?
Sin duda, pero eso no quiere decir que lo que me importe, le va a importar al público. Es pensar si la historia y la forma que se va a contar puede interesar.
¿Cómo sabes reconocer un proyecto factible?
Es factible siempre y cuando quiera hacerlo. Sé que podría sonar pedante, pero si realmente quiero realizarlo, busco la manera de hacerlo posible.
Como productor, ¿cómo describes al mercado venezolano?
A veces creemos que estamos en una posición cómoda y no nos atrevemos a doblar en la esquina a ver qué encontramos. Puede que sigamos cómodos, puede que no. Somos un mercado que debe buscar el futuro y no seguir pensando en cómo lo hicieron los anteriores.
Sobre tus ganas de escribir, ¿qué sería y por qué?
No he pensado un tema en especial, son muchas las cosas que me inquietan: la tolerancia, el poder, la vanidad, el poco valor de la verdad…
QUAST, Rubén
A fondo:
Una película favorita de todos los tiempos: Imposible decir una. Mencionaría Jericó entre las venezolanas.
Una película de culto: El Club de la pelea / The Fight Club.
Director visionario: Lars Von Trier.
Una canción: Avenida Alcorta de Gustavo Cerati.
Un postre: Dulce de leche, arequipe, cajeta, como quieras llamarlo.
Placer culposo: Repito: dulce de leche, arequipe, cajeta… ¡Jajaja!
Lo más difícil durante tu profesión: Tomar decisiones impopulares para proteger el proyecto.
Un recuerdo preciado de tu infancia: El olor de las arepas andinas que me despertaban en la mañana durante mis vacaciones en Mérida.
¿Qué o quién te inspira? La personas con talentos extraordinarios.
¿Algún asunto pendiente? Escribir.
