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Rafael «Pollo» Brito, el carisma del cuatro

Rafael «Pollo» Brito, el carisma del cuatro

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Rafael «Pollo» Brito, el carisma del cuatro

Noticias

29 marzo, 2017

VACCARELLA, Sebastián

Un instrumento que sin duda tiene entre sus cuerdas el sentir venezolano es el cuatro. Con este, Rafael «Pollo» Brito se coló en la escena musical nacional hace unos 10 años con el disco «Se canta venezolano» y en adelante conquistó -con melodías criollas- regiones donde incluso el arpa, cuatro y maraca ya habían perdido territorio. Grandes clásicos de la música tradicional se incorporaron con su estilo a sus siguientes placas discográficas y hoy en día es uno de los cuatristas más influyentes dentro y fuera del país.

«Fiesta en Elorza», «Vestida de garza blanca» y «La vaca mariposa», junto a un homenaje a Tito Rodríguez y al gran Tío Simón destacan entre las hazañas que lograron su objetivo: el rescate de la música criolla a través de la fusión y la innovación con un instrumento «tan noble»como el cuatro venezolano. Además enamoró a nuevas generaciones que quieren y entienden que la danza, el vals o la contradanza son sonidos que no pierden actualidad, que no deben enterrarse y que pueden ser una buena propuesta a la hora de incursionar en este arte.

Después de seis trabajos discográficos y sentirse «contento de lo que le está pasando como artista», el «Pollo» Brito anunció el lanzamiento de un nuevo tema fusionado con el género urbano que llegará al público el 21 de abril. «Sé que al momento de lanzarlo la gente me va a cuestionar. A mi me gustan los ritmos urbanos, lo que pasa es que uno critica lo que es criticable, como los artistas que no hacen bien su trabajo».

No se puede dejar de lado el carisma que el «Pollo» le imprime a su performance. No hay una pregunta o un comentario que no sea un chiste -aunque a veces en serio- pero también que no sea profundo. Pero al mezclarlo con el cuatro, logra meterse en el pecho de un venezolano con acordes que suenan a cada estado, pues parece que llevara un poquito de cada región en sus manos al momento de fundirlas en las cuerdas.

Esta habilidad con las palabras las supo canalizar cuando se le presentó la oportunidad de ser animador en el programa matutino Portada’s, experiencia que se vio interrumpida estrepitosamente pero que lo dejó con un «gustico» por la animación y que aprovechará para enfrentar nuevas propuestas que comenzaron a coquetearle desde el exterior.

-¿Qué canta el «Pollo» Brito en el baño?
-No canto (risas). Cuando pregunto si alguien canta y me dicen que lo hacen en el baño, les digo «entonces vamos pal baño».

-Si Ana María Simon fuera una canción, ¿Cómo se llamaría?
-Oye, Ana María debería tener muchas canciones pero… Me puedes repetir la pregunta (risas). Qué buena pregunta, más adelante te respondo cuando piense en una.

-Si no fuese el cuatro, ¿qué otro instrumento te acompañaría?
-El piano.

-Una anécdota inolvidable sobre el escenario
-Una vez que se me olvidó totalmente una canción. Empieza la introducción y yo me volteaba y le gritaba a los músicos riéndome «¿Cómo es que empieza?». Mi hermano que estaba en ese momento en el coro me miraba y respondía riéndose también «¿Qué?». Hubo un momento que empecé, pero duré un ratico sin recordarla.

Concierto Entonados en el Teatro Baralt de Maracaibo (Venezuela) | Fotografía: VACCARELLA, Sebastián

 

-Un maestro que te haya enseñado algo fundamental al tocar cuatro
– Asdrúbal José «Cheo» Hurtado.

-¿Con qué artista quieres hacer una colaboración?
-Rubén Blades, por lo importante que él es en el mundo musical, social y en todo lo que abarca su música. ¡Mira, la canción de Ana María es «Me he enamorado»! que es de un venezolano.

-¿Qué situaciones te inspiran al momento de tomar el cuatro?
-Es una cuestión de decisión más que de musa. En los momentos más insólitos es que hay melodías y las grabo.

-¿Qué representan los premios y las nominaciones para el «Pollo» Brito?
-El acercamiento a los artistas, a aquellos que has admirado por siempre y los ves a tu lado. Por ejemplo, ellos llegan a saber que si estás ahí es por algo, que los Grammy Latino -en su caso- te reconoce lo que haces. Eso he sentido al estar entre artistas de ese nivel.

-Geográficamente, ¿Qué tan lejos te ha llevado el cuatro?
-Creo que a China es lo más lejos que he llegado.

-¿Cómo fue tu experiencia en la Universidad de Tokio?
-Fue buenísima y muy rara porque no tenía cómo explicarle a un japonés dos ritmos, que son la danza y el merengue venezolano, me tocó inventármelo y resultó chévere. El primer año fui solo.

-¿Cómo llegas a crear lazos con Aruba?
-En Aruba me conocen por mi participación en Portada’s, porque allá se ve mucho Venevisión. Fue un acercamiento chévere porque me encontré que el arubiano defiende mucho sus raíces -es como el maracucho defendiendo la gaita-. Entonces les hice un regalo mezclando un vals venezolano con un reggae, que me pareció que conectaba más con Aruba. También me dijeron que la promoción se hace en la calle, entonces estuve toda una semana caminando, comiendo y conociendo la isla.

-¿Hay algún consentido entre tus discos?
Pareciera que fueran los primeros, pero el consentido mío es el «Pa’ tío Simón».  Hay mucha relación con lo que soy, con mi familia, con mis amigos, con los que trabajan conmigo.

-¿Te quedó algo pendiente que decirle a Simón Díaz?
En el disco hay mucha música, le dije de todo. Hay una lista bastante larga de gente que le quiero cantar, se lo prometí a Juan Vicente Torrealba, a Chelique Sarabia, a muchísima gente y ahora es que falta.

-¿Qué le dices a los jóvenes que están apostando por el cuatro como un instrumento para innovar en la escena musical actual?
El cuatro, no porque sea mi instrumento, es demasiado noble, puedes hacer muchos ritmos pero sí hay que estudiarlo. Es un instrumento que se le puede sacar cualquier tipo de sonoridad.

-¿Qué te enseñó Portada’s?
-A mi en Portada’s me lanzaron a los leones y ¡dale! (risas). Poco a poco lo logré y cuando hablé de Venevisión y de Portada’s nunca le quité ese mérito pero es como los divorcios: tú no te casas para divorciarte, dices que fue una buena mujer pero me divorcié. También lo que al público le gustaba de mi forma de animar, se lo di yo no me la dio Portada’s. Pero lo mejor que me pasó es que así como hablo en entrevistas, podía transmitirlo a través de la cámara y la gente lo percibía en ese momento.

VACCARELLA, Sebastián