7 agosto, 2023
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CAMACHO, Álvaro
Desde muy joven, Ramón Alberto Muchacho Bracho sintió la necesidad de servir al prójimo, un rasgo innato que con los años fue fortaleciéndose hasta llevarlo a consolidarse en la actualidad como uno de los servidores públicos más comprometidos con Venezuela.
Nacido el día de navidad de 1972 en Maracaibo, fue durante sus años escolares en el Liceo Los Robles donde comenzó a mostrar su interés por atender las necesidades de la comunidad. En segundo año de bachillerato fue representante del ciclo básico, cursando tercer año llegó a ser secretario del centro de estudiantes y para cuarto año alcanzó la presidencia del mismo, siendo reelecto en su último año dentro de esta institución educativa. “La vocación por la política y por interesarme en los asuntos de los demás está conmigo desde que nací. La descubrí a medida que fui creciendo y hoy no puedo alejarme de ella. Cuando uno tiene esta vocación no puede respirar si no está haciendo política, brota por la piel, no puedes vivir sin ella”.
Egresó como abogado de la Universidad Católica Andrés Bello en 1995. Aunque en sus dos primeros años fungió como delegado de curso, su prioridad era graduarse y consolidar su independencia económica y financiera ejerciendo su profesión. Sin embargo, la pasión por la política aguardaba por una oportunidad y, luego de hacer un posgrado en derecho financiero y obtener una maestría en administración en Atlanta (EE.UU.), en 2001 fue designado Secretario de Gobierno en la Alcaldía Metropolitana de Caracas, durante la gestión de Alfredo Peña, despegando así una carrera política que hoy sigue subiendo gracias a su vanguardista visión de país.
Es el primer miembro de su familia que llega a ser funcionario público y, aunque dice que en ese aspecto se siente como una especie rara entre sus familiares, afirma que de ellos heredó la tradición del trabajo y esfuerzo, además de la preocupación por dar una mano a los más necesitados. En 2003 fue prefecto de Caracas –el más joven en la historia de la ciudad– y en diciembre de 2013 fue electo alcalde de Chacao, municipio modelo de la capital venezolana cuya influencia política y social en país le compromete aún más en sus proyectos públicos.
De plantearse el escenario, no está en sus planes dirigir al país desde Miraflores, pero está dispuesto a llegar a donde corresponda: “Mientras tenga fuerza y salud voy a hacer política”.
Su familia, trotar, leer, escribir y compartir criterios con sus seguidores ocupan su tiempo libre. Convencido de que lo primero que hay que hacer para recuperar al país es reconciliar a los venezolanos, Ramón Muchacho sigue luchando por esa Venezuela posible que todos, sin distinciones, merecen por igual.
