7 agosto, 2023
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Estudió Administración de Negocios pero su pasión por el turismo la lleva en las venas. Para ella es imprescindible permanecer en contacto con la naturaleza; lo hace a diario, cada mañana reserva 30 minutos para pasear en bicileta. Ronella Tjin Asjoe es la presidenta de la Oficina de Turismo de Aruba desde hace cuatro años y es una mujer entregada a su labor de mantener a la isla dentro del top cinco entre los destinos favoritos para visitar en el Caribe.
De sus lugares preferidos “El Faro” es el ideal para ver el amanecer cada mañana: “Para mí ni siquiera es un lugar sino un momento que disfruto mucho”. Cuando alguien le pregunta de dónde viene, ella responde con una sonrisa: “De la isla feliz”. Pero aunque su trabajo presuma constantes visitas a las playas de arena blanca de Palm Beach o Eagle Beach, es una mujer con los minutos contados. Siempre está ocupada, las jornadas intensas de trabajo se arriman hasta en sus fines de semana con el fin de que los visitantes no solo elijan Aruba por sus aguas cristalinas, sino por sus resorts glamurosos, exóticos restaurantes, embarcaderos y las mejores casas de moda del mundo.
STOPPELS, Mayo
Ronella sabe perfectamente que aunque la isla mida poco más de 30 kilómetros de largo, promete. “Aruba es un espacio pequeño pero nos sentimos grandes por todo lo que le ofrecemos al millón y medio de visitantes que vienen cada año. El turismo es parte de nuestra cultura”.
Siempre encuentra un momento perfecto para compartir en familia y con su esposo con quien contrajo matrimonio en diciembre de 2007. “Me encanta pasar un rato con ellos, tengo un hermano y una hermana”.
A Ronella le apasiona la vida, se considera una mujer de mente abierta y muy detallista: “Reconozco que eso tiene sus ventajas y desventajas”. La seriedad, puntualidad y rectitud forman parte de su esencia, a diario persigue nuevos retos. “Soy open minded y siempre estoy lista para nuevas experiencias profesionales”. Piensa que cada año nuevo es la oportunidad para crear y construir. Es arubiana, tiene 37 años y cuenta con 10 de experiencia en el área, la última fue como directora de la Oficina de Turismo en Bonaire, donde lideró el organismo durante seis años. Es una figura respetada, su esfuerzo para mantener la calidad en el servicio ha contribuido con el desarrollo y la guía turística de los 11 kilómetros de la costa oeste y de las zonas aisladas y rocosas que guarda celosamente el Caribe. “Aunque sé que la isla no es perfecta, puedo decir que Aruba es mi casa, la única manera de verme fuera de ella es que tenga que asumir un nuevo reto como profesional”. A. T.
