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Un valiente perseguidor de sueños. Así podríamos definir a Osvaldo Pontón, un marabino que se dio cuenta —luego de graduarse en Ciencias Políticas y mientras hacía una maestría en Relaciones Internacionales— que su verdadera pasión estaba en otro lado: en la fotografía.
A sus treinta y un años cuenta con una notable trayectoria en el campo fotográfico, vocación descubierta a los veintidós años: “Estaba de viaje y andaba con mi cámara digital captando imágenes como un turista más; a medida que pasaban los días me di cuenta que lo que más estaba disfrutando del viaje era crear maneras originales de retratar lugares para luego apreciar las imágenes”. Así se enamoró de este oficio para el cual comenzó preparándose empíricamente: “Aprendí solo, viendo cosas en internet, leyendo sobre iluminación y año y medio después decidí hacer un postgrado en fotografía de moda en Barcelona, España. De allí voy a Nueva York, ciudad donde estoy actualmente, para ingresar al International Center of Photography lugar donde completé mi aprendizaje estudiando fotografía de autor”.
Su dedicación y estilo lo dieron a conocer en Maracaibo y otras ciudades del país, pero fue la experiencia internacional la que lo hizo palpar la realidad del mundo fotográfico profesional: “En España trabajaba con diseñadores, con revistas pequeñas y en Nueva York he ido creciendo, formando parte de un colectivo neoyorquino de gente contemporánea que está en áreas como el diseño de modas, fotografía, pintura e ilustración. En Venezuela la industria de la moda es talentosa pero limitada; en cambio en el exterior es mucho más grande y activa. Por tanto siempre busco afuera que ideas pueden servir en nuestro país”.
Ha publicado en revistas como WAG Magazine y Superior Magazine y sigue trabajando para otras publicaciones en Venezuela; paralelamente ha experimentado la faceta de editor de contenido como cofundador de la revista Scrapped: “Es una revista de arte que creé con cuatro compañeros de la escuela de fotografía, que gira alrededor de un tema y donde consideramos el trabajo de cualquier persona, sin evaluar formación o técnica. Scrapped es pintura, escritura, fotografía, video, ilustración, música, escultura, proyectando la visión artística y cultural de un gran universo de creadores en un objeto de colección, un espacio inclusivo”.
Para Osvaldo los rasgos de un buen fotógrafo son la observación, la paciencia y el poseer un grado de sensibilidad, elementos que le permitan contar una historia. Disfruta el recorrido actual e incentiva a las nuevas generaciones de fotógrafos a buscar su espacio como él lo hizo: “Intenten y exploren todo con su cámara. Hice fotografía industrial, de comida, de arquitectura y de eventos hasta que encontré en la moda el tipo de fotografía en la que fluía mi sensibilidad”, área en la que seguramente llegarán grandes éxitos en el futuro. P. V.