7 agosto, 2023
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CAMACHO,Álvaro
A Valentina Quintero le parece raro que la gente no viaje. Es una idea difícil de concebir después de haber recorrido el país innumerables veces desde su infancia. Además, está convencida de que la obsesión que siente por el turismo la debe a sus padres y a sus cinco hermanos. “Fui a Canaima con 10 años de edad”, dice orgullosa. Sin embargo, en esa época ella tenía otra cosa entre ceja y ceja: “De niña quería ser heladera porque siempre me he ‘esmoñado’ por los helados”. Poco a poco la vocación fue encaminándola. También pensó en ser cantante, pero se dio cuenta que no servía para ese oficio. “Decidí ser periodista inspirada en Luisa Lane”.
Hoy en día, la comunicadora social egresada de la UCAB, ejerce su profesión: hace un programa de radio con Alonso Moleiro en Onda La Superestación, escribe para El Nacional y para la revista Todo en Domingo. Y, a pesar de todos sus compromisos, los viajes siempre tienen prioridad en su agenda. “Mi condición en la emisora fue que yo transmitía desde donde estuviera”. Valentina se describe como una persona frenéticamente libre. La fuente a la que dedicó su vida periodística confirma esta autodefinición. También lo hacen sus hobbies: hace pilates cuatro veces por semana y ama caminar por la zona donde reside.
La cúspide de su carrera llegó al ser la conductora de Bitácora, un programa de turismo nacional transmitido por el extinto canal RCTV. “Un momento cumbre de mi trabajo fue cuando nos dimos cuenta de que la gente confiaba en nosotros y nos seguía porque les estábamos diciendo para dónde ir en Venezuela”. Mientras formó parte de esta producción fue muy exigente con la calidad del programa y con los destinos que seleccionaban. Para ella era muy valioso el sentido de arraigo que estaban sembrando en los televidentes. En Venezuela adora agarrar carretera y se fija mucho en la luz, el paisaje y la vegetación que la acompaña en el camino. Una salida inolvidable fue la que planeó junto con su hija Arianna Arteaga a Nueva Zelanda. Ese periplo lo hicieron recorriendo el país en un motorhome. “Fue maravilloso. Escogimos el destino porque es muy virgen y queríamos ver un ejemplo del buen uso de la naturaleza para el turismo”.
Arianna ha sido su gran compañera de vida. Por eso considera que el mayor sacrificio que ha implicado su carrera ha sido estar tan poco tiempo con su hija, que sólo tenía 13 años cuando ella entró en la televisión. “No se debe ser turista, sino viajero”, es una de las afirmaciones que sintetiza su estilo de vida y que los venezolanos hemos aprendido de ella. G.T.
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