7 agosto, 2023
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La energía no se destruye, sólo se transforma. Si la empleas para un propósito útil, tendrás resultados positivos. Desde que Nastia Almao conoció la primera Ley de Termodinámica decidió aplicarla tanto en su profesión, como Ingeniero Químico, así como en su vida personal. Es así como ha invertido su energía en proyectos que sean de provecho para familias, profesionales y hasta todo un municipio. En 1974 y a los pocos días de graduarse comenzó a trabajar como profesora de Termodinámica en el Departamento de Energía de su alma máter: LUZ. Un postgrado y una maestría le incentivaron aún más a investigar sobre las aplicaciones de la energía solar en una ciudad donde el calor abunda y el sol no desampara. Al jubilarse en 1999 hizo todo lo contrario al común denominador y en vez de quedarse en casa, formó parte de una comisión cuya misión era el mejoramiento de la calidad térmica de las edificaciones en Maracaibo: “Trabajé con arquitectos para calcular y cuantificar el comportamiento térmico de sus edificaciones. Algunos estaban escépticos pero funcionó”. De su asesoramiento a Enelven, la Cámara de la Construcción y la unidad de ahorro energético de la Alcaldía nació una ordenanza aprobada en 2005 y que desde el año siguiente se cumple de forma obligatoria: “Somos el único municipio en Venezuela que tiene una ordenanza de calidad térmica en edificaciones. Maracaibo tenía que ser pionera en calidad térmica porque los kilovatios que se consumen en la ciudad son los más altos de Suramérica. Estamos fuera de la zona de confort y a ciertas horas requieres sistemas mecánicos de acondicionamiento ambiental. Tenemos un uso excesivo de energía hasta el punto de sentirnos pingüinos porque nos acostumbramos al derroche energético. Mi propósito es crear conciencia en el ser humano de cómo nosotros mismos estamos deteriorando el planeta y por ende, nuestro hogar. Enseñar el uso eficiente de la energía es mi contribución con el planeta. Con cada kilovatio que ahorremos, estamos salvando el planeta”. Desde hace más de una década, Nastia también utiliza su energía a otro nivel, uno más personal, formando parte de la organización de crecimiento personal, Caminos: “No me pagan nada pero mi satisfacción es ver cómo las personas crecen. Mi propósito macro es dejarle un mejor planeta a mis nietos y bisnietos en todo sentido”. A.B.
