7 agosto, 2023
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Miles son las facetas que posibilitan el brillo alcanzado por el cristal; miles son las facetas de una firma como Swarovski, que ha mantenido brillo internacional tras cien años de experiencia. Robert Buchbauer es, en todo sentido, una pieza principal en la orientación que este negocio familiar ha tomado en el presente: su filiación directa con Daniel Swarovski, creador de los famosos cristales en 1895 y fundador de la marca, es tal vez su mayor impulso al frente de la división de Consumers Goods Business. Su plataforma profesional reposa sobre los estudios en gerencia realizados en Innsbruck, Austria, y en la prestigiosa Universidad de Berkeley en Estados Unidos.
El espíritu que inspira a Robert, y que dio fuerza a su ascenso de vice-presidente de Servicios de Mercadeo al comité ejecutivo en el año 2002, es el mismo que ha acompañado a la compañía en su posición de liderazgo en el mercado: un espíritu de innovación y pasión por el cristal.
La misión de Robert como ejecutivo a la cabeza de la división de bienes de consumo, es la de lograr “productos con alma”, que describe como “todo lo que es capaz de causar emoción en alguien, llegando al alma”. En un plano más personal, al hablar sobre la misión que un bisnieto Swarovski enarbola desde el momento de su nacimiento, cita la de “Crear un nuevo estilo de vida, un único y expresivo arte de vivir”, indiscutiblemente trata de la creación de belleza para el mundo, una belleza representada por el elegante cisne, icono de la empresa que lidera, icono de su familia. E.R.
