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Lía Bermúdez y Bernardo Antonio Bermúdez, arte que corre por las venas

Lía Bermúdez y Bernardo Antonio Bermúdez, arte que corre por las venas

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Lía Bermúdez y Bernardo Antonio Bermúdez, arte que corre por las venas

Perfiles

1 mayo, 2006

DONDYK+RIGA

Hablar de Lía Bermúdez es hablar de cómo la zulianidad atrapa corazones. Nacida en Caracas, esta artista plástica llegó a este lado del mundo por el año 48 en compañía de su esposo, un guayanés que obtuvo una oferta de trabajo que no pudo rechazar. Desde el primer momento, la artista de ojos soñadores se quedó prendada del calor zuliano: “Vine a Maracaibo feliz, pues había escuchado sobre la Goajira, sobre el lago, sobre los campos petroleros y los indígenas… las palabras se quedaron cortas”.

Desde niña Lía se expresó a través del dibujo. Su talento llamó la atención de un arquitecto zuliano amigo de su padre llamado Hermes Romero quien, sorprendido por sus dibujos de las riberas del Guaire, la alentó a hacer del arte su forma de vida.

Y así lo hizo. Lía Bermúdez no se conformó con volverse artista, sino que además se convirtió en una de las principales promotoras de arte de la región. Sensible ante la ausencia de un espacio expositivo digno, en la Maracaibo que encontró al llegar, se trazó como meta de vida llenar a la ciudad de arte y estimular la obra creadora de los talentosos exponentes locales. Tras muchos tropiezos y luchas, logró cristalizar el Centro de Arte de Maracaibo “Lía Bermúdez”, que hoy representa un icono de la zulianidad y que sirve de vitrina a las manifestaciones artísticas de su entorno lacustre. Hasta el día de hoy trabaja ad honorem por la causa que lleva su nombre.

Lía recibió la bendición de dos hijos, cuatro nietos y un bisnieto. En su corazón ocupa un lugar especial su hijo Bernardo Antonio Bermúdez quien, pese a la adversidad de haber nacido con condiciones especiales, se inspiró en su madre para convertir el arte en su forma de expresión. Su obra está inmersa en un colorido discurso religioso que revela la ingenuidad de la más pura de las almas: “Cada cosa que Bernardo hace es un logro. Me estimula tanto verlo crecer que yo misma he crecido a través de sus logros”.

La sensibilidad de Lía la ha convertido en un personaje fundamental de la ciudad, que espera su gestión eficiente para concretar proyectos vitales como la integración de la sociedad con el lago para su recuperación, a través del Museo Ecológico del Lago. Si lo logró una vez con el CAMLB no hay duda de que podrá hacerlo de nuevo: “ Esto no es la misión de una artista, es la misiónde quien tenga sensibilidad para percibir las cosas y profundizar en las raíces”. C.W.