7 agosto, 2023
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Cuando en julio de 2002 Maracaibo tuvo el primer contacto con Cinenmano, allá, enclavado en Las Mercedes, la sensación fue la de entrar a una franquicia, a un pedacito de Norteamérica rodado hasta el Sur. Ante esta percepción, Juan Mendiri, ingeniero civil casado con una muy práctica versión de negocio, expresa “Todo lo que tú ves en esta tienda es ingenio nuestro”, rememorando el día en que, junto a su esposa, creara uno de los conceptos comerciales más revolucionarios de la presente década en la ciudad.
Con un inventario de 180 películas y tiempo compartido con su hermano, Rafael –cinéfilo, melómano y estudiante de ingeniería química- Juan había cambiado dos concepciones mal fundamentadas, la propia: “Qué clase de trabajo es alquilar películas”, y la de una ciudad desligada del concepto dinámico de la tienda por Internet y el buen cine…al alcance de la mano; de allí su eslogan de salida “Llevamos el cine a tu casa”. Cinenmano es un proyecto que, expandido gracias a su segunda sede en Caminos del Doral, recibe constantes ofertas de franquiciarios en el país, motivados por la excelente calidad de películas 100% originales, y un inventario que se renueva semanalmente, cuyos títulos –orgullosamente- no han salido a la venta en su país de origen.
Pero además de estas razones técnicas, en esta fórmula de sociedad en familia, el éxito descansa, según palabras de sus hacedores, en la lealtad a la concepción primaria de un video club diferente, grande en atención y lleno de pequeños detalles, como la identidad corporativa que resuena en cada muro y en cada empleado; como ese “stock”de filmes tan independientes como el gusto del cliente. Pero sobre todo, y es precisamente la frase que los define hoy día, ese “No a la piratería”, donde la palabra calidad retoma su sentido, y donde aún, al entrar en contacto con esta idea, la sensación es de un pedacito de realidad futura que rodó hasta el Sur. – E.R.
