GRUPO TENDENCIA

El Cuarteto de Nos y su bestiario borgiano

El Cuarteto de Nos y su bestiario borgiano

https://www.tendencia.com/2017/cuarteto-nos-bestiario-borgiano/

El Cuarteto de Nos y su bestiario borgiano

Revista

La banda uruguaya se reinventa, una vez más, con una gama de ritmos y personajes que reflejan nuestra realidad actual en su nuevo disco de estudio, Apocalipsis zombi. Desde El hombre invisible, pasando por El innombrable hasta llegar a La bestia, el álbum lanzado con Sony Music llega durante el auge de las redes sociales... no por casualidad

1 agosto, 2017

Cortesía

El letargo de una sociedad esclava del smartphone y las redes sociales protagoniza el concepto del nuevo disco de El Cuarteto de Nos, Apocalipsis zombi. Y como lo delatan sus iniciales, de la A a la Z, refiere también una analogía a la extensa diversidad de ritmos, ideas y personajes que encierran en un amplio universo de 10 canciones. Así es como, fieles a su ADN de constante cambio, el cuarteto que es en realidad quinteto se reinventa. Roberto Musso, vocalista, guitarrista y compositor de todos los temas del nuevo álbum, conversó con Tendencia a través del hilo telefónico desde Montevideo, donde se concentró un año y medio para hilvanar las historias del decimoquinto trabajo de estudio que les cambia la cara, una vez más.

-Hablemos de los zombis de la era digital, que le ponen letra a un sencillo y titulan el disco…
Es un disco diferente al anterior, en el que se llevó a un límite el estilo de canciones tan personales y emotivas como Habla tu espejo, Roberto, No llora. Me gustó empezar desde un lugar diferente. Lo defino como un bestiario borgiano con diferentes personajes y metáforas sobre lo que estamos viviendo hoy en día como sociedad y como seres humanos. El zombi no escapó a eso y fue uno de los elementos en cuenta para retratar la idea.

-¿Son estos temas un espejo de la ridiculez generacional que está consumiendo a las personas a través de las redes sociales y la tecnología?
Entre tantas cosas, esa es una, como lo refleja nuestro video de Apocalipsis zombi. Somos una humanidad deshumanizada. Por eso el paralelismo con los zombis, como un grupo caminando en el mismo sentido, sin ningún líder, sin ninguna ideología, solamente por contagio y por deseo. Increíblemente somos seres incomunicados en la era de la comunicación. Parece que estamos cada uno en su compartimiento estanco. Hace falta la otredad de aquella hora. Actualmente, le tememos a nuestro reflejo.

-¿Es más fácil hoy ser moralista que moral?
En Apocalipsis zombi también aparece eso: “Con su falsa moral, nunca podrán detenerlo”. Es esa doble moral que el mismo hombre se ha fabricado. El hombre se ve a sí mismo en ese reflejo zombi amoral.

-Hay patrones de reggaetón en Apocalipsis zombi y de cumbia en Invisible, entre otros ritmos bastante variados y poco usuales en la banda. ¿Cómo describes esta renovada tendencia rítmica de fusión de la banda?
Esta canción (Apocalipsis zombi) me pedía que tenía que ser con un ritmo viral, pues va con la idea del contagio, del ‘dejáte morder’, algo que fuera accesible y conocido. Nos gustó la simplificación a nivel musical, pues el reggaetón es un ritmo que se está escuchando en todos lados. También incluimos la base de las guitarras distorsionadas. Invisible tiene ese bajo definitivamente con cadencia cumbiera y tecladito medio futurista (risas). En Calma Vladimir, la introducción es un ritmo folclórico de acá del Río de la Plata, una mezcla a la que se le llama samba o chacarera, que se toca con guitarra de cuerdas de nylon. Al final el tema muta a una cosa mucho más hardcore. Hola karma tiene un ritmo ambiente y termina con matices musicales de la India. Fue un viaje que hicimos hace años que me encantó y del que viví mucho la parte musical de esos tríos que tienen con citara y con tablas. Todo eso está metido en la canción. Esa base rítmica se aprecia en países como Turquía y de donde creo que el reggaetón también tomó mucho de eso, como la acentuación en el tercer tiempo del compás. Resultó interesante y me gustó mucho el tema.

-En Invisible una referencia a la novela El hombre invisible de H.G. Wells y a la pintura de Dalí que lleva el mismo nombre?
Sí, hace referencia a ambas obras y también a la película El hombre invisible. Quise hacerlo desde la perspectiva en la que uno toma la decisión de desaparecer de la realidad, pero lo hace precisamente para ser buscado y encontrado. A veces queremos eso.

-Se habla del hombre invisible, del innombrable, de Vladimir y de la bestia, ¿quiénes son cada uno de estos personajes?
La bestia es justamente esa bestia que tenemos todos dentro y que aflora en los momentos que menos lo esperamos. Después El innombrable, que habla del personaje que trae mala suerte, pero da una vuelta de tuerca al decir que en realidad culpamos al innombrable por no querer asumir nuestras propias culpas. Muchas veces es más fácil echarle la culpa a otra gente por nuestros actos. Vladimir me encantó porque es un nombre muy fuerte y la canción tiene un ritmo folclórico. Refleja cuando tratamos de calmarnos en definitiva, internamente.

En este álbum, eres autor de todas las líricas. ¿Cómo transcurrió el proceso de creación?
Para mí el proceso compositivo para un disco es muy largo y dilatado en el tiempo. No soy de componer una canción en un día o una noche de inspiración y nada más. Estoy a veces meses con un tema. Capaz que justamente ahí está uno de los secretos del por qué son canciones tan diferentes entre sí. Me gusta investigar y buscar ritmos o métricas diferentes, así como temas de los que hablar. Si se hace esto en un tiempo muy corto, se corre el riesgo de que se parezcan mucho entre sí. Siempre he escrito de esta manera porque pienso que la canción en sí misma es la base de un artista. Por más que le pongás toda la producción encima, si no tenés una canción sólida, nada sirve o se construye algo muy endeble.

-¿Eres de los que cree más en la inspiración o en el oficio? ¿Tienes algún ritual a la hora de componer?
Toda la labor artística es 5 % inspiración y 95 % trabajo. Lo que soy es muy estructurado en cuanto a horarios y situaciones. Me es imposible componer durante una gira, por ejemplo. No se me ocurre nada ni tengo los horarios para hacerlo. Todo el tiempo libre que tengo acá en Montevideo es que aprovecho para componer. Tengo un estudio en el fondo de mi casa y me gusta trabajar de día, entre las 8:30 am hasta las 5:00 pm estoy probando ideas. Pero ojalá que llegara la musa inspiradora y pudiera hacer una canción en pocas horas (risas).

-¿Quién está detrás de la Mirada de nylon? ¿Podría ser cualquier chico o chica falsa?
No hay secreto porque no lo pensé para alguien en específico. Me gustó que tiene el paralelismo entre no necesariamente alguien con una estética modificada o de plástico, sino todo lo que sucede en cuanto a sentimientos y emociones falsas. No fue solo de la piel para afuera, sino de la piel para adentro también.

-Nombres se muestra inspiradora, ¿cómo transcurrió el proceso creativo de este track?
Hacía un tiempito que tenía ganas de hacer una canción sobre los miedos y las inseguridades, pero la quería abordar desde un ángulo original, cosa que me pasa cada vez que trato temas más trillados y universales como ese. Un día pensando en qué nombre podría tener el tema, se me ocurrió poner una cortina y perder el miedo a los temores nombrándolos y poniéndoles una cara. Los primeros comentarios que he tenido sobre el me dicen que es muy inspirador.

-¿De qué manera se reinventó la esencia del sonido del Cuarteto con el Cachorro López en la producción?
El gen del cambio siempre ha estado en el ADN de El Cuarteto de Nos. Siempre nos ha gustado mirar para adelante e ir, tanto a nivel lírico como musical, incluyendo arreglos y producción, sin atarnos a ningún esquema, para no quedarnos en ningún círculo vicioso. Trabajamos nuestros últimos discos con el productor Juan Campodónico, quien lo hizo extraordinario y fue el responsable de la proyección que tuvimos después de Raro en 2006. Hay un antes y un después desde su aparición como productor. Este año tuvo problemas de agenda con su disco de proyecto de campo y uno nuevo de Bajo Fondo, entonces pensamos en tener un aire fresco, una mirada de alguien externo a la banda, que siempre viene bien. Con “Cachorro” nunca habíamos trabajado antes y tampoco lo conocíamos muy profundamente. Pero su equipo de trabajo fue divino, nos encerramos un mes y medio en su estudio, en Buenos Aires, y como él dijo con una humildad bárbara que no iba a superar las producciones de Campodónico, pero que le parecía que podía aportar desde una óptica diferente y realmente lo hizo. Las canciones tienen un tratamiento más pop, porque ellas así lo ameritaban. Quedamos contentísimos, tanto él como nosotros, con el producto finalizado.

-Los coros pop destacan durante todo el disco, ¿es una manera de conectar con un público más heterogéneo?
Cuando pienso en esos coros, lo hago en el sentido de lo que aporta artísticamente a la canción. A veces en mis maquetas, pongo mucho más de lo que finalmente queda en el disco, para ir definiendo qué hay. En este caso particular, muchas melodías me pedían ese tipo de coro, como Gaucho power y el final de El rey del as, que me gustaban como un apoyo melódico. Veníamos antes con muchas canciones de rap, una ametralladora de palabras, y me gustó tener un tipo de canción un poco más melódica ahora.

-¿Qué persiguen las fotografías-ilustraciones de cada tema y cuál es el concepto artístico?
Trabajamos el concepto del arte de la tapa con César Capasso, un fotógrafo argentino. Personificó el mundo de cada canción en una imagen muy fuerte.