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Llegué a FLAMA porque uno de mis videos –que subió mi mamá sin decirme– lo vio mi ahora jefe Steven Benanav, quien es prácticamente el creador del proyecto. Gracias a ella, me llegó: “Mira, no sé exactamente qué vas a hacer acá, pero con tu background como latina con humor agringado, mezclado con tu experiencia en la comedia, sé que harías algo interesante”. ¡Y cuando empecé no era nada! Solo una idea de llenar un espacio de entretenimiento online, para la población joven latina, multicultural, que nacimos en los 80 y no vemos ni Univisión ni Telemundo.
Lo único que teníamos, literalmente, era un logo amarillo y rosado. Así que creamos todo de cero. Poco a poco, más gente se incorporó en el estudio, como Kris Knight, quien es mi director y un amigo de la comedia, y otros amigos míos de Chicago cuando estuve en Second City y hasta del The Upright Citizens Brigade Theater, el teatro más famoso de comedia acá en Nueva York. Así que hemos podido usar esas redes de comedia y escritores para ayudarnos a crecer más y más.
Cada semana debo crear dos o tres videos. Mucho de lo que hago es escuchar las ideas de los otros escritores para formalizarlas y poder producirlas. Con mis ideas personales es bien fácil. Escribo el primer script y se lo presento a mi equipo para que me indiquen cambios, porque los escritores tenemos ideas increíbles en la cabeza, pero uno tiene que escribir también para producir. Ya después de tres versiones, empezamos la producción. El internet es muy rápido. Desde el momento que surge la idea hasta su publicación puede pasar más o menos un mes.
Mis ideas surgen de mi vida multicultural. El video de la canción de “Feliz cumpleaños” en Venezuela surgió cuando me tocó cantarle a mi novio y su familia colombiana me preguntó por qué c*rajo me tardé media hora. También me fascina actuar. Creo que mi voz se ha ido especializando más hacia quién soy yo, y el yo se ha vuelto una marca. La gente me ve y ya tiene idea de qué tipo de comedia va a ver.
No me imaginé el impacto que iba a tener Sings You’re Venezuelan. Me pegué a ese script porque me decían que no era apropiado hablar del secuestro o de un presidente así porque no todo el mundo lo entendería; y les dije: “O lo hago como quiero, o no lo hago. No cambiaré mi perspectiva de lo que para mí es ser venezolano en los Estados Unidos para acudir a una población más grande”. No me importa ser universal en mi comedia, tengo que ser muy particular. Ya filmándolo la pasamos muy bien, de hecho, en la escena de la vaina hasta el director que no habla español, se reía. Pero admito que fue una sorpresa ver que mucha gente se sentía igual que yo.
Con respecto a FLAMA quiero seguir aprendiendo, hacer videos más experimentales, y, a veces, honestamente, meter la pata. Sacar un video y que no le vaya bien y bueno… Pa’ la próxima.