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Cuando Rafael Fernando Arreaza era niño no soñaba con ser piloto de aviones, bombero o policía: tomaba una grabadora y un casete, oprimía el botón rojo y comenzaba a darle rienda suelta a su imaginación narrando un cabeza a cabeza en una carrera de caballos ficticia o un soñado jonrón de Reggie Jackson en la novena entrada del séptimo juego de la Serie Mundial que le diera el título de campeón a los Yankees de Nueva York. Así fue como este respetado narrador descubrió una vocación innata que desde hace 22 años está presente en las transmisiones deportivas de radio y televisión en Venezuela. Pasó por la escuela Naval para forjar una carrera que no se concretó y más adelante comenzó estudios de derecho en la Universidad Católica Andrés Bello. En 1990, mientras cursaba el cuarto año de carrera, se dio una oportunidad frente a los micrófonos cuando el naciente operador de televisión por cable Omnivisión lo eligió como narrador deportivo tras un par de castings, iniciando así una fulgurante trayectoria en la que ha compartido con la audiencia momentos inolvidables del deporte mundial. Gracias a su dedicación y preparación en 1993 logra ingresar a Venevisión: «en esa época trabajaban leyendas como Delio Amado León y Gonzalo López Silvero; de repente entro a formar equipo con esos grandes narradores y comentaristas. Fue un verdadero privilegio contar con semejantes maestros». Profesional integral y amante del béisbol, ha asumido la tarea de cubrir y relatar en ocasiones los mundiales de fútbol: «narrarlos ha sido mi mayor reto profesional; siempre tengo que prepararme más pues mantener la atención de la audiencia durante noventa minutos con alta calidad y profesionalismo lo exige. El béisbol se me da con más naturalidad». Fanático del cine, posee una colección de más de 700 títulos originales, de diversos géneros que van desde terror (su favorito) hasta infantiles para su hijo menor. Profesionalmente nada le ha impactado más que la organización de un mundial de fútbol y personalmente, el momento más especial, ha sido ver a la selección de Venezuela en un mundial de béisbol. Sueña con narrar un juego acompañado de los comentarios de su hijo mayor y se muestra orgulloso de que el país sea cantera de periodistas deportivos, regalando un valioso consejo a los jóvenes que apenas se inician en este campo: «esta carrera debe ser asumida con profesionalismo y respeto; por muy pequeña que sea la oportunidad hay que aprovecharla pues ella puede ser el punto de partida para trascender ante la audiencia como transmisor de emociones». P.V.