Busca por palabras claves, luego dale a enter
https://www.tendencia.com/2011/roger-swidorowicz/
Más allá de la apariencia física, el labio o paladar hendido afecta profundamente la calidad de vida de quienes lo padecen, dificultando su capacidad de comunicarse y alimentarse normalmente, es por ello que para Operación Sonrisa Internacional el objetivo de cambiar el futuro de miles de pacientes que sufren esta condición se ha convertido en una razón de ser. Desde su nacimiento en los años ochenta, esta fundación sin fines de lucro ha conseguido llevar su red de voluntarios a 52 países alrededor del mundo, siendo uno de ellos Venezuela. La iniciativa de los doctores Jorge Carlesso, Teresita Pannaci y William Magee, este último fundador de la organización internacionalmente, trajo a Operación Sonrisa a nuestro país en 1992, atendiendo exitosamente a más de siete mil pacientes, en su mayoría niños, de escasos recursos. Hoy, gracias al empeño de numerosos patrocinantes y voluntarios de distintas disciplinas, Operación Sonrisa consigue realizar diez jornadas de atención por año, distribuidas en todo el territorio nacional y con la capacidad de atender a un promedio de 400 pacientes anualmente. Cada una de estas jornadas empieza con un proceso de registro y selección, para luego proceder a las operaciones y posteriormente, poner en marcha un programa post-operatorio que incluye atención médica y terapias de lenguaje y evaluaciones odontológicas hasta un año después de la intervención. Para el doctor Roger Swidorowicz, odontólogo y actual presidente de Operación Sonrisa Venezuela, el poder otorgar una nueva oportunidad a cada uno de los niños, jóvenes y adultos atendidos es el mayor logro de esta organización. Para él, su labor y la de todos los involucrados se resume a “el amor que tenemos por lo que hacemos y por los niños, la dedicación que entregamos a nuestro trabajo y la pasión que sentimos por él”. Después de diecinueve años otorgando sonrisas, los objetivos de Roger y la fundación que preside son sencillos pero importantes: “Seguir aumentando el número de voluntarios, mantener los estándares de calidad, continuar a la vanguardia en la tecnología y lograr intervenir a muchos más niños”. Para una fundación como esta, el camino no siempre es fácil, sin embargo, cada uno de los voluntarios, participantes y demás contribuyentes saben que no hay mejor pago a su esfuerzo que una verdadera sonrisa. M.P.