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Tarjetería Papieri, creadoras de recuerdos

Tarjetería Papieri, creadoras de recuerdos

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Tarjetería Papieri, creadoras de recuerdos

Perfiles

1 mayo, 2008

DONDYK+RIGA

La imaginación y el buen gusto son cualidades compartidas entre María Isabel Barboza de Montiel y sus hijas Haude y Mercedes. La familia detrás del ingenio y la clase de la tarjetería Papieri es un cúmulo de alegría, amistad y dedicación. El trabajo que les exige su pequeño negocio se distribuye entre sí tal cual los oficios del hogar. Mientras Haude –graduada de Derecho– se destaca en los contratos, su hermana Mercedes –diseñadora gráfica– aporta su granito de arena en la parte artística. En tanto su mamá, María Isabel, brinda la sabiduría que le han dejado los años con consejos a cada uno de sus clientes.

Papieri es un negocio familiar exportado de Caracas. Animada por su cuñada para abrir una sede en Maracaibo, María Isabel incursionó en el mundo de la papelería para bodas, comuniones y bautizos. Para tal reto recurrió a la ayuda de dos de sus cuatro hijos y desde el 2000 Haude y Mercedes aprovechan lo mejor de sus profesiones para colaborar con su mamá: “Nuestra meta es que el trabajo salga excelente y a tiempo. Papieri tiene un diseño clásico y elegante y en los años que tenemos trabajando siempre nos hemos esmerado por quedar bien con los clientes”. Entre ser promotora cultural y retomar su trabajo con la cerámica y las esculturas, María Isabel encuentra en Papieri momentos gratificantes y un tiempo extra para compartir con sus hijas: “Lo que más nos gusta es verle la alegría a las novias cuando ya ven su tarjeta lista. Creo que ahí es la primera vez que ven sus nombres juntos a los de su futuro esposo. Cuando salen de aquí con los sobres y las tarjetas es un momentos muy bonito. Igual pasa con los bautizos y las comuniones. Es un trabajo que da mucha felicidad”.

Para la familia Montiel sus tarjetas para eventos especiales tienen el mismo valor que una foto o una carta: “Hay gente que dice que luego de recibir una invitación, al tiempo la botan. Pero siempre explico que esa tarjeta, por ejemplo la de boda, es la presentación de la pareja ante la sociedad. La gente a veces no ve la relevancia de la tarjeta porque no reflexiona sobre el recuerdo que puede haber detrás de ella o la ilusión con la que se elaboró esa fina tarjeta”. Conscientes de que su labor son un momento plasmado para la historia y motivo de gratos recuerdos para muchas personas, la familia Montiel sigue buscando complacer a sus clientes y recibir lo que llena sus días: la gratitud por un trabajo bien hecho. A.B.