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Padre Laudi Zambrano, hombre de palabra divina

Padre Laudi Zambrano, hombre de palabra divina

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Padre Laudi Zambrano, hombre de palabra divina

Perfiles

1 diciembre, 2006

DONDYK+RIGA

Su nombre, en latín, denota la que ha sido su misión: “para la alabanza de Jesús”, como fundador de una obra única, el Centro Bíblico Santo Tomás Moro. El padre Laudi nació en Encontrados, pero muy pequeño llegó a Maracaibo, creciendo en esta ciudad en la que ha volcado su acción apostólica. Apenas culminó el bachillerato, comenzó una carrera que hoy lo hace sentir realizado: “Para mí el sacerdocio era una opción dentro de otras posibilidades… yo no fui a probar, yo quería ser sacerdote”. En 1973 fue ordenado en la Parroquia de Las Mercedes y partió en misión hacia Roma para prepararse como futuro profesor del recién abierto Seminario Mayor de Maracaibo, obra del presbítero Gustavo Ocando Yamarte. En principio lo que se presentó como una traba, se convirtió en motivación: el padre Laudi logró dominar no sólo el inglés e italiano requeridos, sino latín y griego, y también el hebreo, la lengua de Jesús. Tras una excelente actuación, pasó a Jerusalén donde, por espacio de un año, profundizó sus conocimientos de la Biblia en el Instituto Bíblico Antoniano: “He recibido tres grandes regalos de Dios: la vida, el sacerdocio y conocer la Biblia”. A su regreso, Laudi Zambrano se dedicó al sacerdocio y la docencia en el Instituto Niños Cantores, el Seminario y la Universidad “Cecilio Acosta”, y en 1990 celebró la primera eucaristía en el Centro Bíblico Santo Tomás Moro, en la urbanización Sucre, en honor a este mártir estudioso de la Biblia. De esta manera el padre Laudi se ha dado a conocer como un apóstol de la palabra de Dios, de una sabiduría y conocimiento admirables, que quedan al descubierto en los cursos bíblicos, las eucaristías según el rito antiguo, donde se imparte verdadera cátedra de la palabra de Dios, para católicos que quieren ser cristianos verdaderos, y un manejo e interpretación de la vida y obra de Jesús que se ha impregnado en sus discípulos en más de una década de reuniones. Para la alabanza de Jesús dedica este padre, este maestro, su vida cada día. E.R.