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Domenico Marchese, italiano con corazón venezolano

Domenico Marchese, italiano con corazón venezolano

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Domenico Marchese, italiano con corazón venezolano

Perfiles

1 julio, 2005

DONDYK+RIGA

Como muchos inmigrantes, este peluquero llegó a Venezuela siendo casi un niño. Dejó atrás su infancia, sus raíces y ese pueblito cercano a Nápoles donde aprendió desde los doce años el oficio que llenaría los días de su vida. Hoy, cuenta con más de cuarenta y cinco años en Maracaibo, una familia hermosa y la satisfacción de haber cosechado una buena vida a fuerza de trabajo: “Empecé en una barbería cerca del Paseo Ciencias, después me cambié para la barbería Roma que estaba por el desaparecido Cine Metro y luego para la barbería Nicola que estaba por Seguros Catatumbo… fui ganando experiencia y clientela. En el 65 pude tener mi propio negocio”.

Domenico Marchese bautizó como Barbería Francesa a ese local inaugural: “Es curioso pues soy italiano, pero como para ese entonces estaba de moda el corte francés, me pareció que sería una buena opción”. Estre hombre trabajador fue pionero en la ciudad, pues desde hace cuarenta años ofrece servicio de manicure y pedicure para hombres: “Al principio a los clientes les resultaba extraño, pero tardaron poco en acostumbrarse. Actualmente, sigo ofreciendo esos servicios, además de masajes y depilación. Los hombres también tienen derecho”.

Actualmente, Domenico continua con su labor en la barbería, que por estos días –y gracias a la visión renovadora de sus hijos– luce una imagen moderna, dentro de un local adaptado a los tiempos que corren, bajo el nombre de Barbería Uomo. A pesar de las remodelaciones, conserva ese calor familiar que generan los clientes y empleados que tienen años viéndose las caras: “Tengo gente que empezó conmigo cuando trabajaba por el Paseo Ciencias. Esta proefsión es muy interesante, pues todo tipo de personas de sienta en tu silla. Me causa mucha satisfacción ver que vienen incluso los hijos y nietos de mis clientes”.

Domenico acude cada día a su trabajo y su visión es seguir ofreciendo un buen servicio. Entre sus planes está incorporar un baño sauna y un gimnasio. Nada es suficiente para él, pues está agradecido con esta tierra: “Todo lo que tengo se lo debo a esta, mi segunda patria. Quiero a este país más a que al mío propio. Venezuela me dio la oportunidad de educar a mis hijos, llenarme de logros, tener mi propia casa, mi propio negocio… !Qué más puedo pedirle a la vida!”. – C.W