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Cecilia Moreno, una superviviente del cáncer

Cecilia Moreno, una superviviente del cáncer

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Cecilia Moreno, una superviviente del cáncer

EntrevistasSalud

Venció los desafíos de la enfermedad con energía y la convicción de que sanar y sonreír es la mejor manera de ganar.

25 octubre, 2019

Revista, TENDENCIA

Fue diagnosticada en 2017 con un linfoma no hodking folicular de células grandes, un proceso difícil que logró sobrellevar con el apoyo de sus amigos y el abrazo de sus hijos. Hoy, permanece en quimioterapia de remisión como parte del protocolo de su recuperación, sana y llena de energía comparte su experiencia como un ejemplo de vida

¿Cómo fue el proceso de diagnóstico?
Me negué a aceptar que estaba enferma, en parte porque no me sentía mal. Nunca me he dejado vencer

Tenía unos ganglios en la axila izquierda que parecían un racimo de uva, se reducían pero el dolor ascendía al oído y el brazo, así pasaron casi cuatro meses. Una amiga que corre conmigo me pidió una cita con el médico y no me quedó más remedio que ir a esa consulta. Cuando llegó el momento de auscultarme revisó mi axila izquierda y el doctor fue certero “para mí esto es un linfoma” Me hizo una punción y me envió a patología. A los 3 días ya tenía el diagnóstico pero me negué, pensé que era un falso positivo.

Acudí a mi gente de confianza, llamé amigos, compañeros y después de varias consultas llegó el momento, fue muy rápido, el lunes a consulta, martes examen, miércoles mi biopsia.

Me intervinieron, yo sentí que fue un proceso lento y rápido. En un mes estaba lista para iniciar mi tratamiento con el tipo de cáncer en estado 3.

¿Fue un desafío?

Yo soy una mujer de desafíos. Vi de reojo la enfermedad y me dije ¿sabes qué? aquí vamos las dos pero yo conduzco este vehículo y papá Dios es mi gps.

Lo vi como un trámite, una eventualidad pero no como un final. Hoy evaluando ese proceso digo que no nadé ni me sumergí en los rápidos de la vida, los pasé como un planeador, los vi por encima de las aguas turbulentas y traté de llevar la vida lo más normal posible

¿Cómo soportaste el tratamiento?
Los momentos cruciales los combatí y en otros momentos me dejé descansar, dejé que mi cuerpo llorara y soltara lo que tenía soltar.

No me rendí, ni sucumbí a la enfermedad, comencé a hacer yoga, una práctica que me ayudó en la parte emocional. Eso me motivó a hablar con mis células malas y decirle a mi cuerpo que tenía que reaccionar, que yo tenía que ver a mis hijos.

¿De dónde sacas tanta energía?
Busco mil maneras para elevar mi vibración, sonrío, bailo y canto mucho. Hacer actividades físicas, haz lo que quieras, que te haga feliz.

Hay millones de personas enfrentando estaba batalla ¿Qué les dices?

No sucumban, no dejen vencerse. Hay gente que puede retroceder la enfermedad, hay que soltarla e ir a la par en cada etapa, pero nunca sucumbir.