El fenómeno de los videos virales no solo registra números en cuanto a visualizaciones y ‘me gusta’; También factura cifras millonarias para sus creadores, sin distinción de contenido.

VACCARELLA, Sebastian

Es fácil y rápido convertirse en millonario gracias a YouTube. ¿Mito o realidad? Mientras un sinfín de jóvenes en todo el mundo se dedican cada vez más al trabajo freelance y elaboran diversas estrategias de negocios para ganar dinero de forma independiente y sin depender de un patrono, la acogida de la red social audiovisual más popular del mundo crece sin medida. Incluso usted, que ahora lee este artículo, podría ganar cifras en dólares de seis ceros. ¿Se atrevería?

Según expertos en la materia, el secreto para triunfar a escala monetaria en este plano interactivo radica en la misma raíz de buscar vivir de lo que nos gusta: solo hacerlo. Inventar y errar, experimentar. Este es el consejo, por ejemplo, que obtendrá todo aquel que ingrese al sitio web de la Academia de Creadores de YouTube, en la primera lección, con Steven Oh, director de operaciones del canal de noticias online The Young Turks, que cuenta con más de tres millones de suscriptores.
“Si estás empezando en esto, debes dominar tu arte primero, crear un público y sentir pasión por YouTube (…) que es una herramienta de participación social para generar un público y comprometerlo”, sentencia Oh en la introducción.
Dejar fluir la creatividad, despejar la mente de metas financieras de gran liquidez y dedicarle tiempo a la pasión o el mayor talento de cada creador, parece ser el secreto detrás de esta tendencia. Esencialmente, el éxito de cada realizador amateur radica en hallar una comunidad que comulgue con los gustos e intereses presentados en sus clips. Este elemento es el que más contribuye a la diversidad de contenidos que vemos a diario en la red.
Es así como, casi accidentalmente, muchos youtubers han comenzado a ganar cantidades inimaginables de dinero. La publicidad que produce los ingresos aparece automáticamente en los videos. Es generada y controlada por YouTube, y funciona siempre y cuando el espectador vea el video completo o interactúe con el de forma directa, como dando clic a una de las ventanas que aparecen en el recuadro durante la reproducción. Un porcentaje de ganancias va al gigante audiovisual y otro al usuario de la cuenta.
Los antecedentes son impresionantes. En 2014, el sueco PewDiePie facturó más de 7 millones de dólares solo en publicidad. Cuenta más de 57 millones de suscriptores en su canal. Una enorme comunidad virtual conformada en su mayoría por niños, adolescentes y jóvenes de distintos países que lo siguen.

Lo más rescatable: el método YouTube se diversifica constantemente con el pasar de los años. Se reinventa, adapta y ajusta a la popularidad cambiante de los usuarios, quienes son un pilar fundamental en su triángulo de operaciones, junto a los anunciantes y a los creadores, una fórmula atractiva, ligera y sencilla que otorga grandes oportunidades a quienes desean comunicar de manera entretenida en un universo audiovisual cada vez más presente en nuestra cotidianidad.

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