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Si existe alguien que puede hablar con propiedad de la excelencia del ron venezolano es Omar Hoyer. Como Embajador DOC (Denominación de Origen Controlado) no titubea al asegurar que el destilado criollo es el mejor del mundo.
“Soy embajador y mi función es la de difundir a través del conocimiento las bondades de nuestra bebida emblemática, que es más apreciada afuera que dentro de nuestras fronteras”, sostiene Hoyer, quien ostenta esta importante designación desde 2003, difundiendo las bondades del ron nacional en distintas latitudes.
A su juicio, la diferencia entre el ron criollo y el resto se encuentra en la tierra donde se produce, sus condiciones climáticas y geográficas, que dan como resultado una excelente caña de azúcar. También hace una mención especial a la mano de obra venezolana, cuya experiencia ha colocado a su ron en un lugar privilegiado.
“En Venezuela se procesa una melaza de extraordinaria calidad con mayor cantidad de azúcares fermentables, de sólidos y con menor cantidad de minerales pesados. Si le das a un enólogo una buena uva, te hace un buen vino; si le das a un maestro ronero una buena melaza, te hace un tremendo ron”.
Como representante de al menos 10 de las marcas de este emblemático licor ante el mundo, considera que los venezolanos deben aprender porqué su ron es uno de los productos de mejor calidad que se produce en el país, el cual se exporta con sello nacional. Y no se trata solo del sabor, se trata de la industrialización. La DOC del ron de Venezuela es la única en el mundo cuyo requerimiento incluye tener las normas Covenin (301493), que garantiza un producto de excelente calidad y que mantiene su consistencia producido bajo los estándares mundiales de ingeniería más estrictos del mundo, como la ISO 9000.
Agrega que el sector de mayor crecimiento en el mercado internacional son los rones premium, que a pesar de ser el más pequeño en comparación con los rones jóvenes y añejos, más del 52% de los mejores del mundo son elaborados en Venezuela.
En sus más de 30 años de experiencia, Hoyer explica que, sin mucho marketing, el ron venezolano ya ha ganado terreno en el mundo gracias al saber de los maestros roneros, profesión que admira y de la que ha aprendido lo que hoy lleva como bandera.
“El ron venezolano siempre tendrá las puertas abiertas al mercado mundial, independientemente de lo que haya que hacer para poder salir”, afirma al tiempo que desearía que hubiese embajadores por cada estado del país para poder llevar esta realidad más de cerca a los venezolanos.
El representante diplomático del ron venezolano también puede dar fe de la predilección por la bebida criolla fuera del país. “La industria ronera nacional está importando y participan activamente en los principales congresos del mundo. Francia, la cuna del coñac, uno de los destilados más exquisitos, es el país que mayor cantidad de rones premium venezolanos importa”.
Sin duda, la ubicación geográfica, el clima, la calidad de la materia prima, la temperatura y la experiencia de siglos elaborándolo, han puesto a Venezuela en el pedestal más alto del mercado mundial. Y Omar Hoyer, con todo su bagaje y años de experiencia en este arte, lo sentencia en una frase contundente: “Yo no considero que sea uno de los mejores, estoy totalmente seguro que es el mejor ron del mundo”.
(Agradecimientos Bodegón Wiskería, Yenli Uzcátegui)