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http://www.tendencia.com/2016/franklin-hoevertsz/
El gobierno de Aruba tiene una meta para el 2020: conseguir que la isla logre el 100% de independencia de combustibles fósiles y convertirse en la primera economía de energía sostenible del mundo. Para ello, desde hace más de 16 años ha desarrollado una nueva estrategia para sus servicios públicos, en la que la empresa Utilities Aruba NV y su director general Franklin Hoevertsz se han convertido en piezas claves para la transición hacia el uso de energías alternativas.
Pero al preguntársele si siempre había estado relacionado a los temas energéticos, Franklin admite que de joven no se imaginaba en este rubro. Nacido en este paraíso del Caribe, estudió geografía económica y economía en la Universidad Libre de Ámsterdam y la Universidad de Ámsterdam, respectivamente. Gran parte de su trayectoria profesional ha sido en el ámbito de las bienes raíces, tanto como consultor privado como también al trabajar en la Agencia de Inversión Extranjera de los Países Bajos o al dirigir la Fundacion Cas Pa Comunidad Arubano, institución dedicada a solucionar la escasez de viviendas sociales en la isla.
Fue a inicios del 2010, cuando el gobierno se le acercó para que sirviera como asesor del ministro de finanzas, comunicación, servicios públicos y energía, en donde se intensificó su interés por las políticas energéticas. Pocos meses después, el mismo gobierno le pidió a Franklin que asumiera la dirección general de Utilities Aruba, una empresa estatal que se encarga de alinear a las subsidiarias WEB Aruba NV (que produce energía eléctrica y agua) y NV Elmar (que distribuye la electricidad).
En su gestión, que coincide con esta nueva visión política hacia mayor penetración de energías renovables, ha debido trabajar para conseguir que las empresas de servicios públicos de Aruba se unan a este movimiento green garantizándole, tanto a los usuarios como a las mismas compañías, confiabilidad, asequibilidad y sostenibilidad. “Es relativamente fácil poner un montón de campos eólicos y granjas solares sin pensar cuánto cuesta y qué influencia tiene. Pero debe haber un balance que sea rentable, estable y seguro”.
Su desempeño lo ha hecho merecedor de que la Caribbean Electric Utility Services Corporation le pidiera este año que asumiera la dirección de la institución. Y aunque sea un reconocimiento individual, Franklin insiste que no lo ve solo como un logro personal, sino de Aruba y sus avances.
De tener que resumir qué es lo más satisfactorio de su trabajo, responde que es el poder “lograr que cosas pasen” y, aunque reconoce que esta meta “no es fácil y también es difícil”, sus objetivos profesionales se mantienen claros: Ser los pioneros del Caribe y lograr ese 100% de sostenibilidad de Aruba.