Perfiles

5 octubre, 2015

Shohaira Barnes Da Silva es mánager y directora de Dolce&Gabbana en Aruba desde enero de 2014 cuando se fundó la tienda. No se considera fashionista pero le encanta saber que puede orientar a mujeres y hombres con los accesorios que marcan tendencia en la moda.

Es emprendedora, después de trabajar durante dos años logró la apertura en la isla de una de las firmas italianas más importantes internacionalmente y que cumplió 20 años en este 2015. La boutique figura como la más grande del Renaissance Mall, cada espacio está inspirado en la arquitectura italiana. Para Shohaira trabajar de la mano de Doménico y Stefano, ambos diseñadores, ha sido gratificante.

Pero no solo le apasiona la moda, le fascinan los animales y la televisión. Esta arubiana distribuye su tiempo entre la tienda, su hija Katy de dos años, su hijo Tommy de nueve meses, su esposo Gary, sus cuatro perros y su espacio televisivo Bestial, que cumplió 10 años al aire.

Es entrenadora de caninos, se certificó para ello en Estados Unidos y desde entonces conduce el programa para enseñarle a la comunidad cómo criarlos. “Cuando tenía siete años recuerdo que vi en la calle a un perrito, estaba enfermo y tenía hambre, pero no podía llevarlo a casa. Ese día recuerdo que me prometí que cuidaría a los animales”.

Es una mujer de palabra, su promesa la cumplió. Hoy es un ejemplo no solo para los adultos sino también para los niños. En un costado de su espalda se tatuó la pata de un cachorro, trabaja duro por la especie aunque aún piensa en ese animal que nunca pudo rescatar.

La vida de Shohaira cambia de sentido a diario. Ella nunca estudió Comunicación Social, se graduó como maestra en Holanda, pero siempre le atrajo la televisión. Comenzó como reportera para el canal arubiano ATV después de asistir a un casting. “Me eligieron a mí, creo que esa experiencia al frente de las cámaras me ayudó, gané destreza sin saber que iba a dedicarme a esto”.

Le encanta trabajar, aunque después de nacer sus pequeños redujo las horas entre la oficina y sus demás deberes. “Organizo muy bien mi tiempo, todos mis días son programados, eso sí, los domingos son exclusivamente para mi familia”.

A sus 40 años se siente enamorada de su vida, de lo que hace y de su esposo a quien conoció en la playa después de una práctica de kitesurf. “Enseguida que lo vi me enamoraron sus ojos azules. Él me apoya un 100 por ciento, es muy romántico y le encanta sorprenderme”.

Su vida se resume en retos aunque estos muchas veces se traduzcan en cambiar de dirección. “Creo que el reto que enfrento ahora mismo es el de ser mamá, esto es nuevo para mí”. Su aspiración es seguir siendo el ángel guardián de los animales.

“Creo que una mujer debe ser fuerte, nunca podemos dejar de soñar, si Dios nos dio la visión es nuestra tarea encontrar el camino. No podemos dejar que nadie nos diga cómo alcanzar aquello que nosotros mismos pusimos en nuestro corazón”. A. T.

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