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Ángela Patricia Janiot siempre quiso estar detrás de las cámaras. En su infancia era una bailarina consumada con un amor profundo por los disfraces y todo lo que implicaba estar en un escenario, actividad que evolucionó en su adolescencia hacia el teatro y que finalmente desembocaría en su participación y elección como representante de Colombia en Miss Mundo. Pronto su capacidad comunicativa se hizo evidente y las ofertas para trabajar como periodista no se hicieron esperar: dejó su carrera de diseño escenógrafo por la mitad y dio el primer paso hacia el futuro con un curso de locución que le dio la oportunidad de convertirse en presentadora de un noticiero del prime time de su país de la mano de Enrique Santos Calderón, un reconocido periodista colombiano a quien Patricia le profesa su admiración. Mientras se desempeñaba frente a las cámaras, el destino se volvió a reír de sus planes y colocó en su camino a quien ahora es su esposo, que para ese entonces vivía en Los Ángeles.
Para acortar las distancias, Patricia se mudó allí, donde fue absorbida rápidamente por Univisión como una de sus anclas y en un breve paso por Nueva York, se enteró de que CNN estaba armando una cadena de noticias en español a la cual envió su currículum y el resto es historia: hoy completa 20 años en la cadena con sede en Atlanta, es la consejera del presidente del canal y responsable de entrevistar a los personajes más polémicos de este siglo. Su trabajo, como ella misma atina a confesar, está expuesto a millones de personas, por lo que la disposición a escuchar críticas negativas es la manera más saludable de seguir mejorando. ¿Pero cómo se logra un palmarés profesional tan envidiable? “Mi única arma es estar bien informada sobre el tema que voy a cubrir para poder contrarrestar cualquier eventualidad que ocurra frente a la cámara”, la misma que registró los ataques al World Trade Center del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y que significó un punto de quiebre tanto personal como profesionalmente. “Me costó mucho separarme emocionalmente de mi trabajo en ese momento porque las amenzas de muerte nunca pararon y prácticamente me convertí en portadora de malas noticias”.
A partir de ese momento se involucró en un nuevo proyecto que hoy se ha convertido en su motivo de orgullo: Colombianitos, una fundación sin fines de lucro que ha utilizado el deporte, la lectura y la música para rescatar y beneficiar a más de 4.500 niños de las zonas más marginadas de su país. Entre esta labor, sus fines de semana familiares y sus ocasionales juegos de golf -deporte que le apasiona-, se mueve Patricia Janiot, una mujer que sabe lo que quiere y es capaz de transmitirlo con la misma entereza con la que decidió un día demostrar que la belleza, más que una llave, es un adorno que se rinde a los pies del talento. M.G.V.
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